Cada semana vemos a Lorenzo Caprile, María Escoté y Palomo Spain como máximos gurús de la moda en Maestros de la Costura. En este programa, presentado por Raquel Sánchez Silva, los tres diseñadores explican las pruebas a los concursantes, marcan las pautas que deben seguir, y posteriormente juzgan el trabajo que se presente sobre el maniquí.
Sin embargo,casi en cada entrega vemos alguna regla que el jurado se saca de la manga, para indignación de los concursantes (y de muchos espectadores, tal como se puede leer en las redes sociales). Por ejemplo, de buenas a primeras, el capitán de un equipo pasa a liderar a los rivales, y le juzgarán por el trabajo del último equipo. O se lleva a la prueba de expulsión a alguien del equipo ganador, porque así lo deciden.
Igualmente, se supone que el jurado no valorará ningún trabajo que no esté con el nombre del concursante bordado en una etiqueta, pero hemos visto pruebas de eliminación en la que hasta dos participantes no la incluyeron, y solo echaron a uno. Unas semanas hay alfiler de oro que da inmunidad, otras no. Y así, algunos ejemplos más.
Este tipo de reglas que mutan según el programa y el antojo de los jueces desconcierta y mucho, cuando ves a un gran concursante yendo a eliminación porque a última hora le cambiaron el equipo, o cuando el jurado se muestra más papista que el papa para ciertos detalles, mientras que a otros no le dan ninguna importancia.
Si las reglas se pueden modificar, que sea de frente
Con tanto cambio de reglas, al final, el espectador puede llegar a pensar que desde la organización le tienen manía a algún concursante. Como ocurría en la pasada edición con Antonio, que era de los que más destreza tenía, pero que acabó en todos los programas en la prueba de eliminación.
Y es aquí donde, en un futuro, el programa debería innovar, y dejar claro en todo momento que las reglas se pueden romper y variar al gusto. Que no den excusas para mandar a alguien a eliminación, que no justifiquen que si se cambia de capitán los equipos a mitad de la prueba sea con la excusa de que hay que saber trabajar en cualquier circunstancia, y así con todo. Que hagan lo que quieran, y punto.
‘RuPaul’s Drag Race’, el programa experto en romper normas
La pasada semana terminaba la cuarta edición de RuPaul’s Drag Race All Stars, un talent show en el que RuPaul busca a la nueva drag queen superstar de Estados Unidos, y en el que ejerce como presentadora y única miembro del jurado con el poder de decidir quién se queda y quién se va.
Drag Race es su cortijo, y como dijo alguna vez, “mi show, mis reglas”. Así que, sin tener mama Ru que dar explicaciones, en Drag Race hemos visto de todo.
Que se expulse no a una de las dos peores participantes sino a alguien que quedó bien por incumplir normas sin dar detalles de lo que ocurrió fuera de cámara. Ha habido semanas en la que ha salvado a las dos nominadas, y del mismo modo, se ha hecho más de una doble expulsión si se consideraba que ninguna del bottom 2 merecía volver. En las ediciones All Star, incluso, ha inventado nuevas formas de elegir los finalistas, o ha decidido que el premio final lo merecen dos y no una reina.
Y ya que Maestros de la Costura juega tanto con las reglas, su futuro debería ir por ahí. Dejar al espectador con la boca abierta de verdad, sin tener la sensación de que a veces le toman el pelo para dejar dentro del programa a un concursante polémico y showman. Que echen a dos concursantes si el trabajo lo requiere, que Palomo, Caprile y Escoté demuestren que aquello es su taller y sus normas.
Además, no sería la primera vez que en Maestros vemos influencia del talent de drags; algunas pruebas de RuPaul como hacer moda para perros (a juego con su dueño) o hacer alta costura de época con cortinas también se vieron por el concurso de La 1. Así que ¿por qué no seguir su ejemplo con las reglas?