El clan de la familia Jurado está de máxima vigencia televisiva. Rocío Carrasco, hija de la tonadillera Rocío Jurado, podría ser una de las próximas participantes de MasterChef Celebrity. Rocío Flores, hija de la Carrasco y Antonio David Flores negocia concursar en Supervivientes por un caché de 15.000 euros a la semana, y Gloria Camila Ortega suele colaborar con Mediaset, ya sea a través de la plataforma MTMad, como mensajera de Volverte a ver o como concursante ocasional en formatos como Ven a cenar conmigo.
El universo que giraba alrededor de la artista apodada como “la más grande” atrae al espectador desde hace años, y ese interés sirvió para que en su día Antena 3 apostase por hacer una miniserie que recogiese la vida de Rocío Jurado.
Hablamos de Como alas al viento, compuesta por dos episodios dirigidos por Daniela Féjerman y que se grabó en 2013. En aquel entonces se hizo un preestreno en Madrid, y se presentó en el Festival de Cine de Málaga en la sección dedicada a la televisión, y desde entonces, nunca más se supo. En teoría, Antena 3 estudiaba cuál sería el mejor hueco para emitirla, y tras años en un cajón, se dijo que se vería en Atreseries, cosa que tampoco sucedió.
El estreno discreto de la miniserie (lejos de Antena 3)
Como alas al viento puede verla cualquiera a día de hoy en su casa a través de la plataforma Flixolé, “el Netflix del cine español”. Y si uno dedica un par de horas, comprobará por qué razón la serie se quedó guardada en un cajón: peca de ser excesivamente blanca, carente de conflicto.
Quizá, en su momento, aquella serie hubiese encajado en la programación de Antena 3, cuando apostaron por otros biopics como el de Marisol o Raphael, y en su parrilla había series ligeritas (y flojas) como Vive cantando o Bienvenidos al Lolita. Pero pasado el tiempo, emitir Como alas al viento hubiese sido un error, un paso atrás en su apuesta por la ficción. Sobre todo, desde que en 2015 diesen un golpe en la mesa con Vis a vis.
Gracia Querejta, autora del guion, contaba que su intención con la miniserie era “contar una historia muy cercana, casi íntima, sin renunciar a la espectacularidad de grandes actuaciones”. Y efectivamente, del lado farandulero de Rocío Jurado vemos lo justo. Se centra más en su angustia como madre ausente que echa de menos a su hija, o que ve cómo su matrimonio se desmorona sin poderlo remediar.
En su momento nos la vendieron como una producción muy bien cuidada, que contaba con el asesoramiento de la familia, que incluso dejó los trajes auténticos de Rocío Jurado, cosa que nos imponía mucho respeto a los actores. La propia Rocío Carrasco acudió a varios rodajes junto a su pareja Fidel, y se emocionó mucho, según han contado algunos de los actores implicados.
Eva Almaya, una brillante Rocío Jurado
Eva Almaya, Helena Kaittani y Carmen Navarro interpretan a Rocío Jurado como adulta, joven y niña, y en especial, el trabajo de Eva Almaya es excelente. Recoge el alma de la de Chipiona, tiene su deje, sus gestos, su alma. Y sin caer en la parodia, algo que habría sido muy fácil dada la teatralidad con la que solía hablar.
Metida en su piel revive algunos de sus números (haciendo playback sobre la voz original de Rocío) y también sus encuentros con la prensa, como aquel aciago día en el que comunicó a todos que sufría un cáncer, que finalmente le arrebató la vida.
Sin embargo, pese a su buena actuación, así como la del resto del reparto, que defiende los muebles como pueden, Como alas al viento se acaba quedando coja. Parece una sucesión de anécdotas sin mucha conexión entre sí, pero es que en 240 minutos nos cuentan su vida desde que de pequeña, cuando soñaba con triunfar en la canción en su Cádiz natal, sus primeros amores, su matrimonio con Pedro Carrasco, sus segundas nupcias con Ortega Cano y su final, que muy elegantemente se resuelve con una actuación de Como las alas al viento, el tema en el que Rocío Jurado literalmente le elevaba a Dios su corazón.
De todas formas, no está mal darle una oportunidad. Todo sea por ver cómo se cuelan en la miniserie personajes como Manolo Caracol, Manolo Escobar, Hilario López Millán y un largo etcétera de los que fueron amigos de la cantante. Y para los eurofans, incluso, hay un guiño a Pasaporte a Dublín, la preselección de Eurovisión que ganó Karina y en la que Rocío Jurado participó para representar a España en el Festival.