José Mota abandona la noche de los viernes y se pone (algo) serio. El actor deseaba desde hace mucho tiempo tener una serie de televisión y abandonar por un ratito los sketches. Lo primero lo ha conseguido. Lo segundo, no tanto. Y es que El hombre de tu vida parece más una consecución de tiras cómicas unidas con pegamento.
Es difícil dejar de ser José Mota. Más cuando el actor lleva haciendo lo mismo en televisión desde los tiempos de Cruz y Raya. Si Mota se pone un chandal y sale a correr a la calle parece que de un momento a otro se va a cruzar Arévalo de por medio para contar un chiste. Pero no lo hace. A veces es casi preferible que lo hubiese hecho.
El hombre de tu vida es una serie descafeinada. Baila entre el drama y la comedia. Entre la serie sentimentaloide y el romanticismo. Y se queda en el limbo entre una y otra cuando lo que mejor funciona en televisión son los extremos. Que se lo digan a La que se avecina.
Quizá el pegamento que une las escenas es lo que merece un repaso. Los guiones tienen cierta eficacia cuando se recortan. Unidos pierden sentido y separados no dejan de volver a ser La hora de José Mota.
El propio Mota es el que más desentona en su papel. Tan empalagoso que a veces resulta chirriante. Parece que no entuentra su lugar entre el elenco que le acompaña. Buena idea eso de hacer de cada capítulo una historia de amor con sus principios y sus finales. Permite al espectador conectar cuando le apetezca. Pero también le permite desconectar cuando le viene en gana.
Sin hacer mucho ruido, TVE ha puesto en su parrilla una serie que no dura 70 minutos. Sin esperarlo, la pública ha hecho caso a esos seriéfilos que sólo consumen series de HBO. Y jamás se lo tendrán en cuenta. Porque si TVE ha hecho bien en crear una serie de corta duración, a la vez ha arruinado toda su estrategia cuando ha emitido dos capítulos seguidos.
¿Tiene algún sentido crear una serie más corta para terminar emitiendo dos y alargar la emisión hasta más allá de la medianoche? Minipunto y punto para el que haya tomado esta decisión en TVE. Pura ineficacia.
El hombre de tu vida recuerda a esas series de barrio sentimentales y cómicas que protagonizaba El Fary en tiempos de Menudo es mi padre. Y es que el creador del Torito guapo era el gran cómico sentimental de los años 90 y Mota pretende adaptar ese humor de antes de los tiempos modernos. El problema es que se quedó en las series de antes sin adaptarla a los tiempos modernos.