Hace ahora algo más de un mes, al ser preguntado por el éxito internacional de La casa de papel, el consejero delegado de Mediaset España, Paolo Vasile, la valoró como un gran vehículo para visibilizar la ficción española internacionalmente, pero que un fenómeno como ése él lo consideraría “un fracaso” en Telecinco.
"No hay éxito que pueda compensar el fracaso en Telecinco", afirmó el directivo refiriéndose a los datos en lineal de la serie. La ficción había anotado de media en sus dos temporadas un 14,4% y 2,3 millones de espectadores -sin invitados-.
Pues bien, si nos atenemos este criterio para valorar a La verdad, la serie que esta noche se despide de la audiencia tras dieciséis capítulos, podemos hablar entonces de un fracaso.
Y es que, a falta del dato del último capítulo, la ficción promedió un 13,9% y 2.041.000 espectadores en su primera temporada y un 11,9% y 1.650.000 espectadores en la segunda. Es decir, datos que están muy por debajo de los obtenidos por La casa de papel.
A todo ello habría que sumar que la ficción de Plano a plano no ha conseguido convertirse en un éxito internacional, o que no han sido vendidos sus derechos para una continuación.
Un futuro poco optimista
Sea como fuere, lo cierto es que ya desde sus comienzos, La verdad no tenía un futuro demasiado optimista en la cadena. Y es que desde sus orígenes la propia Mediaset fue torpedeando la ficción con una serie de decisiones.
Aprobada a mediados de 2015, cuando el género domestic noir estaba entonces de moda en la televisión internacional con ficciones como The Killing o en España con Bajo sospecha o Mar de plástico, la serie llegó a nuestra televisión tres años tarde.
Su factura ha estado lejos de Sé quién eres, otra ficción de este género que se emitió el pasado año en Telecinco con muy buen recibimiento por parte de la crítica y el público; o de Fariña, una ficción con muy poca luz y una fotografía cinematográfica. La verdad ha vuelto a pecar de lo que pecan la mayoría de series de Telecinco: luz, luz y más luz.
En esta tardanza también tiene mucho que ver el consejero delegado de Mediaset España, Paolo Vasile, que no veía con buenos ojos rodar en Cantabria y tampoco quería tanto peso para el personaje de José Coronado. Finalmente, el actor sería reemplazado por Ginés García Millán.
Además, si ya de por sí la serie llegaba tarde a nuestra televisión, Telecinco aún retrasó más su estreno planificado para febrero. La cadena de Mediaset España anunció el estreno para el pasado miércoles 14 de febrero. Sin embargo, tras la intención de Antena 3 de estrenar Palmeras en la nieve, la cadena decidió retrasar su estreno sin una fecha concreta.
Por último, cuando ya se daba por sentado que la ficción no se estrenaría hasta septiembre para así poder emitir sus 16 capítulos de seguido, finalmente Telecinco sorprendía a mediados de mayo decidiendo estrenarla. Esta decisión obligaba así a la cadena a partir la ficción en dos tandas de ocho episodios, lo que indudablemente irá en contra de su audiencia, como así ha ocurrido anteriormente con otras series.