Un año después de presentar su último programa en Cuatro, La línea roja, Jesús Cintora regresa a la primera línea del periodismo televisivo volviendo a la calle como ya hizo en dicho programa y anteriormente en Cintora a pie de calle.
Y lo hace una vez más de la mano de Cuarzo Producciones, con la que ya trabajó en sendos programas y con la que ahora alumbra Carretera y Manta, un ambicioso proyecto que se emitirá los miércoles a las 22.30 horas en laSexta y con el que recorrerá distintos lugares de España para contar la actualidad de otra forma.
“A pie de calle era un programa grabado, que no tenía un plató. Aquí el camión se convierte en plató, es un plató ambulante. Hay cabida para todo tipo de programa. Tenemos vocación de estar en contacto con la ciudadanía y nosotros investigar y contar. Queremos tirar de la manta de un montón de situaciones que estamos viviendo cada día”, explica el periodista a BLUPER.
“Una de las idea que planteo a la cadena es la de llevar el programa itinerante por varios puntos de España y hacerlo con un camión que se convierta en plató. La idea era hacer un programa con llevar la tele a varios puntos de España, sacar la tele de Madrid, de contar temas que afecten a la gente. No vas a ver que le dediquemos un programa al escupitajo o no escupitajo. Pero sí qué ocurre en España con los contratos precarios o las listas de espera, o el precio de la vivienda”, añade.
“El programa viajará a una localidad cada semana. Trataremos una situación, pero conectaremos en directo con otros puntos de España. Si una semana surge la noticia de la Manada en Pamplona, iremos. Esta semana en Galicia hay una situación particular relacionada con el empleo basura que queremos contar. Si surge la noticia de exhumar a Franco… quizá vayamos al Valle de los Caídos”, cuenta.
En este punto precisamente preguntamos a Cintora hasta qué punto los medios tienen la culpa con el resurgir de la ultraderecha en España por dar voz a partidos sin apenas representación. “Hay una serie de realidades que ocurren en el día a día y hay que contarlas. Hay que contar las listas de espera, los contratos precarios, los precios del alquiler, el auge de la ultraderecha…. Hay que arrojar luz sobre lo que está ocurriendo”.
“Yo no descubro nada si cuento que lo que está ocurriendo es que hay determinadas situaciones que se están aprovechando para manipular al personal. Se dice que la culpa de la precariedad está en la inmigración y no precisamente de las condiciones laborales que hay, de gente que se conforma con 600 euros. Lo fácil es instalarse en ese discurso. Uno dice que no tiene que haber autonomías cuando se ha lucrado de ellas”, explica.
Un dictador no puede estar en un monumento público
“En un país normal, lo de Franco se hubiese resuelto de manera inmediata, con consenso se saca a un dictador de un monumento. Un dictador no puede estar en un monumento público. Y a partir de ahí no da para más. Esto se debería hacer con naturalidad. Y el tiempo que se dedica a esto no se dedica a debatir del modelo educativo, de la sanidad pública…”, responde.
Pero, ¿cómo lleva el sentarse precisamente con periodistas que se dedican a manipular dando voz precisamente a esos discursos? “No me gusta hablar de los demás. Yo hago mi trabajo y hacerlo de la manera más honesta. Intento hacerlo con criterio y de manera que mi madre esté satisfecha y yo pueda dormir tranquilo. Es mi preocupación. Lo que hagan los demás no me apetece comentarlo”.
El cambio de Cuatro a laSexta
También parece inevitable preguntarle por su cambio de Cuatro a laSexta y cómo la cadena de Mediaset España se ha hundido en audiencias tras la cancelación de Las mañanas de Cuatro. “Mi cabeza no está en eso. No entro en la casa de los demás. Pienso en Carretera y manta, que es un reto apasionante. Estoy en eso y en las inquietudes de mi familia”.
En cuanto a su relación con Ferreras, Cintora vuelve a recordar que “me hizo la prueba de acceso a las prácticas en la SER. Y luego es el que me llamó para hacerme el primer contrato. La relación que he tenido con él siempre ha sido buena. Siempre he tenido claro que es una persona que me dio oportunidades importantísimas en mi vida. Hemos coincidido en una franja, pero realmente nunca me he enfrentado. Él ha hecho su trabajo y yo el mío. Sé que hay gente a la que le podemos gustar más o menos”.
¿Y cómo lleva pasar de ser el presentador de una tertulia política a ser un colaborador? “Yo he hecho de todo en esta profesión. Intento ser polivalente y tener criterio. Lo importante es hacer bien lo que hagas. Y me vale tanto para escribir un libro como para ser analista, como para presentarlo, hacer radio o tele…”.