La televisión no es muy diferente al mundo de la música. El dicho decía que ‘otros vendrán que de tu casa te echarán’ y, efectivamente, esto se puede aplicar a lo que ha ido pasando con el efecto Operación triunfo en todos estos años. Que Rosa López haya roto su contrato con Universal, tal y como ha confesado ella misma, es una señal de lo que ha pasado con este formato televisivo en estos últimos años.
La televisión sentencia con su forma de consumo. Ahora todo es de usar y tirar. Por mucho que quede el cariño creado a lo largo de unos meses, los espectadores tan pronto se encariñan de ciertas nuevas estrellas como se olvidan de ellas. Que la televisión de hoy en día machaque los éxitos con nuevas ediciones de forma tan rápida no hace más que acentuar el problema.
Operación Triunfo: El reencuentro volvió a poner de moda el fenómeno OT. De hecho, muchos de los protagonistas de aquella primera edición volvieron repuntar tras la emisión del documental y aprovecharon su retornada fama para lanzar nuevos trabajos discográficos y aparecer de nuevo en los medios comunicación.
De hecho, Rosa López volvía a la primera línea siendo concursante de la quinta edición de Tu cara me suena, firmando un contrato con Universal Music y lanzando al mercado un nuevo trabajo discográfico que la paseó por los platós de televisión. Pero, por mucho que sea Rosa López, Rosa de España, le ha terminado pasando como al resto de triunfitos.
Una vez pasado el año de reinado, como a Miss España, le toca pasar la corona a la siguiente generación. A los concursantes de la primera generación de Operación triunfo les duró esta nueva fama hasta que llegaron los concursantes de OT 2017. De pronto, pasó algo muy parecido a lo de aquella primera edición y los participantes tuvieron una fama inesperada y de golpe, convirtiéndose en los héroes de una nueva generación.
A los concursantes de la primera generación de Operación triunfo les duró esta nueva fama hasta que llegaron los concursantes de OT 2017
16 concursantes entraron a la Academia de Operación triunfo. Como pasase en la primera edición, parecía que todos se convertirían en estrellas de la música. Sin embargo, con el paso del tiempo se ha visto que no todos son recibidos con los brazos abiertos por parte del mercado musical. Y es que el mundo de los escenarios tiene plazas limitadas cuando se agota el fenómeno Operación triunfo. Eso de llenar los estadios por toda España es un espejismo para lo que realmente llegará unos años después.
Algunos, parece que claro está, han llegado para quedarse en el mundo de la música. Son y serán referentes para una generación que les ha visto nacer mediáticamente. Sin embargo, mientras otros discuten qué será de su vida como artista, en menos que canta un gallo ya ha aparecido otra nueva generación para ocupar titulares en los medios de comunicación. Cuando todavía hay algunos concursantes de OT 2017 que no han sacado ni una canción al mercado, ya han entrado 16 nuevos aspirantes a la Academia para hacerse famosos.
Algunos serán víctimas del propio formato: ser famosos hasta que lleguen nuevos concursantes
Parece que una edición se ha solapado con otra, pues mientras en el programa pretendían que nos enamorásemos de estos nuevos concursantes todavía se estaban anunciando conciertos de la generación anterior. Sin embargo, algunos serán víctimas del propio formato: ser famosos hasta que lleguen nuevos concursantes que adquieran esa fama. Una fama fantasma, que viene y va y que desaparece demasiado rápido.
La audiencia española es, por definición, poco fiel a lo viejo. De ahí que cueste tanto reenganchar a la audiencia en una segunda temporada de una serie. De ahí ahora el público prefiera consumir ficción a base de atracones, sin disfrutar de lo que están viendo. De ahí que un concursante de OT sea una estrella durante su paso por el programa y después no interese como producto a su salida.