En estos días se celebra la Vuelta Ciclista a España, un evento que durante años paralizaba al país pendiente de figuras como Perico Delgado, Melcior Mauri o Alberto Contador, dependiendo de la década, convertidos estos en auténticos ídolos de masas. Deportistas que cuando se posicionaban en lo alto del podio estaban escoltados por bellas muchachas, azafatas del evento, y entre las que despuntó a finales de los años ochenta una joven Leticia Sabater.
Este fue uno de los primeros trabajos de la futura presentadora, cantante y concursante de realities, y aunque ya había hecho algún anuncio para televisión junto a Arturo Fernández, o había sido figuración en el Un, dos, tres, fue la mejor puesta de largo posible. Entonces Leticia se presentaba como modelo y aspiraba a ser cantante de un grupo musical que finalmente no vio la luz, aunque no vaticinaba que acabaría trabajando con grandes del periodismo y del entretenimiento como Jesús Hermida o Antonio Ozores.
“Los ciclistas me pellizcaban el trasero”
En mayo de 1989, Leticia Sabater dio una entrevista para la desaparecida revista Interviú, centrándose en su faceta de azafata de la Vuelta Ciclista. “Las azafatas estamos en las carreras representando a los patrocinadores. Yo iba todas las mañanas al control de firmas, después seguía la carrera delante de los ciclistas, rodeada de banderas, y en la meta de cada etapa entregaba los premios a los ganadores, con el correspondiente beso, que es tradicional y todo ciclista lo reclama” explicaba entonces Leticia, quien ya aireaba su vida personal ante la prensa.
Así, confesaba que más de un ciclista, en especial los portugueses, le habían pellizcado el trasero, y que había otros “que se me han insinuado con mucha clase y otros que me han pedido lisa y llanamente lo que imaginas”. Algunos, como el colombiano Martín Farfán, quiso que le besase en la boca tras ganar su etapa, y afirmaba que si tuviese que elegir a un ciclista como marido elegiría a Perico Delgado. Además, aclaraba que era virgen “para darle a mi marido, el día que me case, algo que no hayan tenido los otros”.
Una carrera de fondo
A raíz de su trabajo en la Vuelta Ciclista a España, la carrera pública de Leticia Sabater fue imparable, aunque irregular. Primero llegaría Jesús Hermida, quien la ficha en Por la mañana, y luego se lanza a la presentación del programa infantil No te lo pierdas, junto a Enrique Simón, en 1990. En 1991 debuta como actriz, en la serie de Televisión Española Taller Mecánico, junto a Ozores y Florinda Chico.
Y el resto de su carrera ya es historia: ficharía por Telecinco y se convirtió en musa infantil por Desayuna con alegría, A mediodía alegría y Viva los compis, y compaginaba su faceta televisiva con la de cantante.
Tras esto llegarían otros programas como Mentiras peligrosas, y después participaría en realities como La selva de los famosos, Esta cocina es un infierno, Acorralados o Supervivientes. Paralelamente, desarrolló una carrera de actriz en teatro y también como cantante, dejando canciones que se convirtieron virales como la ‘Salchipapa’ o ‘Toma pepinazo’.