Desde que Rosa María Mateo fuera nombrada administradora única de RTVE, los ceses de los grandes responsables de las manipulaciones en la Corporación durante los últimos años no han cesado en las últimas semanas. Así, a la caída primero de José Antonio Álvarez Gundín como jefe de informativos, le han precedido los ceses de los subdirectores, los editores o los jefes de área.
Entre estos nombres se encuentran Carmen Sastre, José Gilgado, Jenaro Castro, Cecilia Gómez, Julio Somoano, Pepa Sastre, Pedro Carreño, Víctor Arribas o Sergio Martín. Sin embargo, dos de los señalados como responsables de la manipulación, Eladio Jareño y Álvaro Zancajo, han mantenido sus puestos para sorpresa de muchos.
En el caso del primero, las razones de esta decisión no han trascendido. Sin embargo, en el caso del segundo, BLUPER ha podido saber que la nueva dirección le mantiene en su cargo como director del canal 24 Horas debido a que Zancajo actualmente disfruta de una reducción de jornada por asuntos personales.
En este sentido, los trabajadores disfrutan de una protección especial que impide que puedan ser despedidos sin causa legal. Por tanto, para evitar futuros problemas legales, la cadena ha optado por mantenerle en su puesto.
No obstante, a primeros de septiembre finalizará su contrato como directivo y la Corporación no lo prorrogará. Entonces, Zancajo pasará a ser un redactor más de la radiotelevisión pública y será sustituido por otro profesional.
Un fichaje polémico
Protegido de Gloria Lomana en Antena 3 Noticias, Zancajo apenas aguantó unas semanas en su puesto después del cese de la periodista. Allí protagonizó una de las manipulaciones más burdas de 2016 cuando relacionó en una de sus piezas a Podemos con ETA y la CUP.
Pocos meses después llegaba a RTVE como director del canal 24 Horas con un sueldo de alto directivo que no le correspondería. Según los baremos públicos de la Corporación, el periodista estaría cobrando 100.000 euros anuales.
En su nuevo cargo, Zancajo no tardó en protagonizar alguna que otra polémica como haber dado de lado a los familiares del Yak-45, haber tardado tres horas en dar el ataque a Siria de EEUU o cortar las intervenciones de la oposición durante el pleno de Cristina Cifuentes para hablar sobre su falso máster.