Un accidente doméstico acabó con la vida de Jim Neidhart, atleta de lucha libre que a finales de los 80 y 90 formó parte del equipo Heart Foundation del Pressing Catch junto a su cuñado Brett ‘The HitMan’ Hart. Jim tenía solo 63 años, y su muerte fue fruto de una caída que pudo ser consecuencia del Alzheimer que padecía desde hace unos años.
En Estados Unidos era muy popular, y en España su fama llegó de la mano de Telecinco, que emitió combates suyos a inicios de los 90; de hecho, a las tiendas españolas llegaron muñecos con su nombre y su imagen.
De este modo, Neidhart engrosa la lista de esos luchadores que no han llegado a viejos por diversas circunstancias, ya sea una mala vida o bien por accidentes y otro tipo de desgracias.
Muertes accidentales
Durante sus últimos años de trayectoria profesional, Jim Neidhart fue pareja de lucha de su otro cuñado, Owen Hart,quien falleció en 1999 a los 34 años. Su muerte fue una auténtica tragedia, ya que falleció en mitad de un espectáculo deportivo; en aquel entonces Owen tenía un personaje que entraba al cuadrilátero volando desde las alturas, pero algo falló y acabó estampándose contra el suelo ante la atónita mirada del público.
Otro luchador que tuvo una muerte aciaga fue Chris Benoit, en 2007, quien mató a su mujer y a su hijo enfermo de 7 años y luego se quitó la vida. Entre las teorías que se barajaron para tal acto atroz estaba que el uso de esteroides le hubiese hecho enloquecer, o que hubiese vivido un brote psicótico por un traumatismo craneoencefálico que sufrió durante un combate. Tenía 40 años.
Lo más habitual, ataques al corazón
¿Recuerdan a Mr. Perfecto, de la época de Telecinco? ¿Y al Macho Man, Randy Savage, que participó en la película de Spiderman? ¿Y al Poli Loco? ¿Y al gaitero Roddy Pipper? ¿Y a El Último Guerrero? ¿Y a Andre el Gigante, el que salió en la emblemática La princesa prometida?
Todos ellos tienen en común una vida de éxito en el cuadrilátero, pero también una muerte prematura, en la mayoría de los casos, por ataques al corazón.
Hay que tener en cuenta que todos estos atletas hacen frente a un estricto programa de entrenamiento, y que pese a los controles, el uso de sustancias para ganar masa muscular estaban (y están) a la orden del día.
Por ejemplo, de Ultimate Warrior, conocido en España como Él Último Guerrero, se cuenta en su biografía oficial no solo que tomó esteroides para mantener su físico, sino que también llegó a tomar la hormona del crecimiento. Tenía 54 años cuando murió de un infarto, mientras paseaba con su esposa por la calle.
El exceso de actividad física también puede ser un problema cuando un luchador tiene un importante problema de sobrepeso. André el Gigante murió a los 46 años poco antes del funeral de su padre; medía 224 centímetros y pesaba más de 20 kilos. El afroamericano Víscera medía 2 metros y pesaba más de 220 kilos cuando murió en 2014, y el japonés Yokozuna murió en 2000 a los 34 años, con más de 260 kilos a sus espaldas -y una altura de 193 centímetros-. En este último caso, se apuntó que Yokozuna murió de un infarto, pero la autopsia reveló que sus pulmones estaban llenos de fluidos, lo que le provocó un fallo respiratorio.
Problemas con las adicciones
Muchos luchadores han tenido problemas no solo con esteroides y otras sustancias para ganar masa muscular, sino también con el alcohol o las drogas. Mr. Perfect murió de sobredosis de cocaína en 2003 a los 44 años, y el British Bulldog también tenía droga en el cuerpo cuando le dio un infarto, a los 39 años.
Eddie Guerrero murió solo en el baño de una habitación de hotel a los 38 años por un ataque al corazón, pero su salud estaba magullada por una fuerte adicción al alcohol. Y de André el Gigante se decía que llegó a beberse 119 latas de cerveza en seis horas, pero que lo habitual era que una caja de esta bebida se la acabase en una hora y media.
Por suerte, no toda esperanza está perdida. Algunos wrestlers como Jake ‘El Serpiente’ supieron tratarse de sus adicciones a tiempo gracias a la ayuda de otro de sus compañeros, Diamon Dallas Page, y mostró su recuperación en el documental The Resurrection of Jake Snake.
La lista de luchadores (y luchadoras) muertos de forma prematura podría continuar. Brian Adams, Ricky Rude ‘El Cariñoso’, Miss Elisabeth, Luna Vachon, Sherry Martel, o Bam Bam Bigelow son otras de las antiguas estrellas del Pressin Catch que no llegaron a viejos.