Los jueves por la noche, Televisión Española programa desde hace semanas un programa centrado en el universo de la prensa rosa. Hablamos de Lazos de Sangre, que cada semana se centra en una familia famosa del corazón cañí: los Iglesias, los Dúrcal, los Jurado, los Rivera Ordóñez… Pero siempre desde un prisma dulce, lejos de las trifulcas de Sálvame y derivados.
A través de imágenes de archivo, entremezclados con testimonios actuales y exclusivos, se repasa la vida y milagros del torero, la cantante o el boxeador que corresponda, en lo que podría considerarse una versión no agresiva de aquel Hormigas Blancas de Telecinco.
Porque en Hormigas Blancas se nos aseguraba desde el primer momento carnaza, y ya el nombre del programa daba pistas, pues esta hormiga es un insecto de la familia de las termitas que se alimenta de celulosa y madera, “especialmente las que proceden de libros viejos y revistas que se pueden encontrar en cualquier hemeroteca. Ninguna frase, palabra, artículo o foto escapa a sus ansias de devorar”.
Sin embargo, Lazos de Sangre es más cortesano, más hecho para honrar y rememorar que para escarbar. Uno de sus puntos más interesantes es que cuenta con fuentes no solo ligadas al mundo rosa. Allí lo mismo vemos a Esperanza Aguirre hablar sobre los Rivera que a Rosa Villacastín, o a un hermano de Paquirri. Todo el mundo puede aportar su granito. Hasta José Bono, que apareció hace un par de semanas para decir que él con once años estaba enamorado de Rocío Dúrcal.
Infidelidades o adicciones sin morbo
Y es que mientras que en Telecinco se solía hacer sangre sobre cualquier problema del pasado, en La 1 los temas se tratan con mayor naturalidad, sin tanto morbo, y en boca de los propios protagonistas. Julián Contreras resumía el infierno que su madre vivió por las adicciones de manera simple (“mi madre nunca quiso remediar eso”), y Shaila Dúrcal no negaba que sus padres hubiesen tenido un matrimonio fiel.
“Mi padre no quería a nadie como quería a mi madre. Pueden haber pasado cosas, no sé si lo contó él o no”, decía la artista, que recientemente ha sufrido un accidente y ha perdido un dedo. De esta manera, se trataban temas complicados con espontaneidad, demostrando que en todas las casas se cuecen habas y que no hay que transmitir una imagen idílica constantemente, ni siquiera de personas que ya no están. Y al igual que en Hormigas Blancas, al final de cada reportaje hay una mesa redonda en la que se debaten varios aspectos ofrecidos, pero también se hace de una manera más liviana. No hay polémicas, ni peleas, todo es más blanco.
Y aunque Sálvame, Deluxe y derivados interesan al público con sus cotilleos y sus gritos, estos repasos edulcorados de trayectorias conocidas también funcionan bien, y lleva varias semanas liderando y mejorando en audiencia.
Ahora falta por ver si en el programa de esta noche, dedicado a la familia de los Sánchez-Vicario, interesará igual que el de Rocío Jurado o Isabel Pantoja. La persona más conocida del clan, la tenista Arantxa, no participará en el documental, ni ningún otro miembro directo de la familia. Sí está confirmada, por ejemplo, la presencia tanto en el vídeo como en el plató de Mónica Pont, actriz y modelo amiga de Arantxa, así como de los periodistas Antonio Rossi o Jesús Manuel Ruiz.
El desplante a Amador Mohedano
Lazos de sangre no solo genera amigos, también hay personas a las que les sienta mal que no se les de su parcela de protagonismo. Tal es el caso de Amador Mohedano, que no fue llamado a participar en el reportaje que abordó la vida profesional y personal de su hermana Rocío Jurado.
Y por ello, ahora ha dado a conocer que prepara en solitario un documental que se llamará La voz del milenio. lo que podría ser su propio Lazos de Sangre, y que recuperará una media de 500 horas de grabaciones inéditas de Rocío. Eso sí, como el clan de la chipionera no está especialmente unido, de momento se descarta que en el mismo vayan a aparecer otros familiares de la más grande.