Imagen del Real Madrid-Barcelona.

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Televisión

Y Telefónica se tragó sus palabras: la "exuberancia irracional" del fútbol

La compañía ha incrementado su factura en derechos en más de un 60% por temporada.

2 julio, 2018 09:11

"Vamos a ser extremadamente racionales, vamos a tener disciplina financiera, analizaremos el coste-beneficio y actuaremos en consecuencia", indicaba hace unos meses el consejero delegado de Telefónica, Ángel Vilà, en la rueda de prensa de presentación de los resultados en 2017 a la hora de hablar sobre la adquisición de derechos de fútbol.

Al juicio del directivo, la bajada de precios que pedían Orange y Vodafone iban, como Telefónica, "en la línea de poner racionalidad en un mercado que quizá estaba entrando en escenarios de exuberancia o exceso". "De exuberancia irracional", apostillaba su presidente, José María Álvarez-Pallete.

Unas palabras que han caído en papel mojado. Y es que la compañía española ha desembolsado esta semana 4.020 millones de euros para asegurarse todo el fútbol (LaLiga, Champions League y Europa League) para las tres próximas temporadas (2019-2020, 2020-2021 y 2021-2022).

El fútbol ha pasado de costar por temporada 600 millones de euros a 1.340 millones

En concreto, Telefónica ha pagado 2.940 millones de euros por los derechos de emisión de todos los partidos de LaLiga -980 millones de euros por temporada-, y 1.080 millones de euros por los de la Champions League -360 millones de euros por curso-.

De esta forma, Telefónica ha pasado de pagar 3.150 millones de euros por todos los partidos de Primera y Segunda División, el Partidazo y Copa del Rey correspondientes a las temporadas 2016/17, 2017/18 y 2018/19 y los partidos de Champions League y Europa League de las temporadas 2015/16 (desde el 12 de enero de 2016), 2016/17 y 2017/18, a 4.020 millones de euros por emitir el ‘partidazo’ de cada jornada y ocho encuentros de Primera División de 2019 a 2022 y los partidos de Champions League y Europa League de las temporadas 2015/16 (desde el 12 de enero de 2016), 2016/17 y 2017/18.

Es decir, la compañía española ha incrementado su factura en derechos de fútbol en 870 millones. Y, aunque si bien es cierto que Telefónica intentará negociar con Vodafone y Orange el alquiler del canal Movistar LaLiga, o que ahora la Champions League sólo se podrá ver en el pago y no en abierto, es más que evidente que la compañía está fomentado así que el mercado haya entrado en escenarios de exuberancia o exceso.

Sólo un dato: los derechos del fútbol, en su conjunto, han pasado de costar menos de 600 millones de euros en la temporada 2014/2015 a 1.340 millones de euros en la temporada 2019-2020. Es decir, se ha producido un incremento de 740 millones por curso o un 123%.

Los tontos que pagarán la factura

Ahora la pregunta es la de siempre: ¿a quién le tocará pagar esta fiesta del fútbol? La respuesta la daba el director general de Euskaltel, Fernando Ojeda, hace unos años: “Os van a subir las cuotas para pagar las tarifas del fútbol. Aquí sólo van a salir ganando los jugadores”.

Y es que, si ya con los precios que se estaban pagando “el fútbol es un desastre desde el punto de vista de rentabilidad”, desembolsando el doble parece que la ruina será aún mayor.

Según explicaba el director de Televisión de Vodafone España, Ignacio García-Legaz, si tenemos en cuenta que en España sólo 2,3 millones son abonados al fútbol, éstos tendrían que pagar 48 euros al mes -582 euros al año- para poder rentabilizar esos 1.340 millones de euros.

El dato cambia si a todos los abonados de Telefónica (4 millones), incluido los que no están suscriptos al futbol, les tocara pagar esta fiesta. En este caso, los 1.340 millones de euros podrían rentabilizándose haciéndoles pagar 28 euros al mes -335 euros al año-.

De ahí que durante los últimos años, los clientes de Telefónica hayan visto incrementar su factura mensual en más de veinte euros. Y es que mientras que en 2014 se pagaba 60 euros por el paquete básico de fibra, ahora ya se paga hasta 80 euros. En este tiempo, no obstante, también se ha mejorado sustancialmente la conexión ofrecida, pasando de un pobre ADSL a fibra de más de 600 megas.