Este viernes Pol Granch, Elena Farca, W Caps y Samuel se convirtieron en los cuatro finalistas de la primera edición de Telecinco de Factor X. En solo dos semanas, el programa ha expulsado de golpe y porrazo a seis solistas o grupos, y ha dado la sensación al espectador de asistir a un final precipitado.
Y es que aunque se intunía que el programa diría cada semana adiós a un único participante, lo cierto es que inicialmente la producción tenían previstas trece entregas. Para cumplir lo planificado, la pasada semana, Telecinco anunció una doble expulsión, y a noche, una cuádruple.
Así, el espectador acabó teniendo una sensación de que se improvisa las normas con tal de poder adelantar la final y dar por concluido el concurso, que no eran ciertas, aunque tampoco fueron del todo nítidas las reglas del juego, ya que no se anunciaba con antelación si en la siguiente, sino que se descubría por los spots pasado unos días.
Talents que sí precipitaron su adiós
Aunque no ha tenido mucho éxito en audiencia, el final de Factor X llega en el momento inicialmente previsto, aunque sí que ha habido más de un talent show que precipita su final por una falta de audiencia. Por ejemplo, en Operación Triunfo 2011 se anunció el final también de un día para otro, y en total, hasta once aspirantes se enfrentaron para obtener el título de ganador. Tal honor recayó en Nahuel, al que se prometió “una carrera musical dentro de Blusens Music; grabarás tus propias canciones; las presentarás el 4 de junio junto a Paris Hilton en Barcelona, en la Blusens Music Supermartxe, que estamos preparando en honor a ti; en verano te irás de gira con tu propia banda; y en septiembre saldrá a la venta tu álbum", aunque él mismo denunció que finalmente no recibió nada de eso.
También vimos otros tantos programas con finales precipitadas, como Eurovisión 2009: El retorno, la preselección eurovisiva que celebró en una misma noche la semifinal y la final, o aquel Operación Triunfo de videntes de Antena 3, El castillo de las mentes prodigiosas, que en su quinta gala expulsó a cuatro participantes para anunciar que la semana siguiente se cerraba el castillo.
¿Cambio de reglas o tongo?
Cuando un programa decide cambiar las reglas siempre suele llevarlo a cabo pensando en qué será mejor para obtener una mayor audiencia (o en el caso de Factor X, para no perder más). Y muchas de esos cambios han sido recibido por los espectadores como una forma de tongo.
Un caso reciente lo tenemos en Supervivientes; el público votó para que la organización nominase de manera disciplinaria a Sergio Carvajal, pero la misma permitió que el joven participase en una prueba de líder. Al final, obtuvo la inmunidad, lo que tiraba por la borda la decisión de los espectadores de verlo nominado, algo que llenó las redes sociales de indignación, pues además ese triunfo le convertía en finalista.
Aunque en Supervivientes tienen al público acostumbrado a improvisar normas de todo tipo. En Honduras se ha vivido la presencia de concursantes invitados que solo pretenden revolver el pasado sentimental de algún participante (como fue el caso de Alejandro Albalá respecto a Sofía Suescun), se ha vivido con ahínco cómo el presentador se baja los pantalones para convencer a un concursante que no abandone (tal como pasó con Alba Carrillo en 2017), o han cambiado la forma de elegir quién debe disputar una prueba de supervivencia.
Eso por no hablar de cuando un concursante se cree expulsado y finalmente resulta que no lo es de manera definitiva y que tiene que irse a otra isla. Bibiana Fernández se enfadó bastante cuando cuando Telecinco le comunicó esta regla que ella desconocía, pues ella ya se veía volviendo a España.
“¿Qué pinto yo aquí? ¿Qué circo es este?”, preguntó Bibiana Fernández cuando conoció la noticia, y se negó a abandonar la embarcación que la llevaba a su presunto nuevo hogar. “Podéis estar aquí cuatro o cinco días que yo no me voy a bajar de la barca. Si el público no quiere que esté aquí, ¿cómo me voy a quedar en la isla?”, preguntó. Una decisión similar a la que tuvo, por ejemplo, Anabel Pantoja, que pidió hablar con producción cuando le dijeron que la expulsaban pero se quedaba en Honduras continuando el concurso de una manera diferente, pues no era lo acordado.
Acusaciónes de tongo en ‘Gran Hermano’
También podemos recordar el caso de Aída Nízar en Gran Hermano VIP, pues entró con el programa ya empezado, como método para relanzar la audiencia. Tras ser nominada, el público la expulsó, y la organización decidió repescarla para que siguiese dando juego y sembrando polémica en la casa. Además, la blindó de la nominación, y prohibió que nadie le diese puntos para abandonar la casa porque acababa de incorporarse de nuevo.
Aunque esta sería solo una guinda para todas las veces que se ha acusado al formato de manipular: las tres llamadas de diferencia entre Adara y Clara en GH17, el sorpasso de Belén Esteban a Ares Teixidó en GH VIP 5, la nominación de Sonia en GH15 por una app…
El día que ‘Hotel Glam’ decidió no expulsar
¿El voto del público para expulsar a alguien de un reality es sagrado? Ni mucho menos. En Hotel Glam, aquel reality de Telecinco que José María Aznar llegó a tachar de telebasura, hubo un día en el que se enfrentaban al juicio de los espectadores dos de las concursantes que más momentos daban al programa, Yola Berrocal y Encarni Manfredi.
Fue en la gala 4, y Jesús Vázquez anunció que ambas habían tenido una diferencia tan mínima de votos que el programa decidía que ambas continuasen; una estrategia que respondía a que en esa misma semana Pocholo Martínez Bordiú y Aramís Fuster habían decidido abandonar de manera voluntaria el programa, y tampoco era cuestión de quedarse sin huéspedes del hotel.