Los Simpson han batido un récord en la televisión estadounidense: la serie de Fox se ha convertido en la ficción más longeva en prime time, con 636 episodios en horario de máxima audiencia. Le quita así el puesto a Gunsmoke (La ley del revolver), que contó con 635 entregas y que tenía este honor desde hace más de 40 años.
A lo largo de las 29 temporadas hemos visto a los personajes vivir muchas aventuras dentro y fuera de la ciudad de Springfield, han evolucionado, han reído y peleado… Y sobre todo, han tenido mil y un empleos diferentes que merecen ser recordados por el día del trabajo.
Lisa Simpson ha tenido su propio periódico, ha sido niñera, asesora del Señor Burns o guionista de capítulos de Rasca y Pica; Bart fue artista televisivo, cantante de una boy band o recepcionista de un burdel; y Marge ha montado una cadena de gimnasios, policía o cocinera y fabricante de galletitas saldas.
Pero quien más trabajos ha tenido es Homer Simpson, el cabeza de familia, que en teoría se gana el salario como inspector de seguridad en la central nuclear dentro del sector 7G, aunque ha ejercido más de cien empleos en total.
Un gran emprendedor
Sin duda, Homer Simpson ha sido un gran emprendedor, capaz de detectar cualquier necesidad en su ciudad natal para montar un negocio y de lo que haga falta. ¿Que cae una nevada que deja a todos incomunicados? Se compra una máquina quitanieves y se corona como Mr. Quitanieves (hasta que su amigo Burney decide hacerle la competencia). ¿Se legaliza el matrimonio homosexual? Pues se ordena sacerdote y organiza bodas entre personas del mismo sexo en el garaje de su casa. E incluso se alía con su padre para vender un tónico para recuperar la pasión sexual que se convierte en un éxito de ventas, o se hace profesor para que sus alumnos logren un matrimonio con éxito.
Su forma de emprender no siempre está dentro de lo legal, conste: así, se decidió a traficar con medicamentos de Canadá cuando el señor Burns canceló el plan de prescripción de medicamentos para sus trabajadores, y montó su propia destilería cuando Springfield recuperó la ley seca.
Es capaz de descubrir su propio talento
El ser una persona inquieta le hace experimentar diferentes facetas, y como cree en sí mismo más que nadie, es capaz de montar un negocio si alguien le dice que ha hecho algo bien. Así, tras cuidar a los vecinos un día, fundó una guardería; se proclama ayudante de estrellas de Hollywood tras hacerle la compra a Kim Basinger y Alec Baldwin -y luego monta un museo con lo que tiran a la basura, cobrando su respectiva entrada-, e incluso fue quiropráctico al comprobar que su abollado cubo de basura (rebautizado cilindro medular) podía sanar dolores de espaldas.
Atento a las oportunidades
Homer siempre está al tanto de qué negocios se abren en la ciudad, y no duda nunca en optar a un puesto de trabajo en los mismos; de hecho, así logró meter cabeza en la Central Nuclear.
Y por esa misma razón de estar pendiente de lo que se cuece, logró ser conductor de monorraíl cuando este transporte público llegó a Springfield y a ser crupier cuando el señor Burns abrió un casino. Incluso fue astronauta cuando la NASA quiso mandar al espacio a un ciudadano de a pie y se convirtió en Duffman tras presentarse a un concurso.
Homer Simpson y el show business
Aunque en casa el talento artístico oficialmente lo tienen Marge con la pintura y Lisa con la música, Homer es quien más incursiones ha tenido dentro del sector. Ha sido crítico de arte, artista conceptual, actor, actor de doblaje, cantante del grupo vocal Los SolFaMiDas y también de ópera, ha sido mascota de un equipo de fútbol, ha recibido cañonazos en mitad de un concierto, ha probado micrófonos para estrellas del rock, ha presentado un programa de televisión, fue doble de Krusty, ha compuesto canciones y antes que Paquita Salas él ya fue representante, en este caso, de la estrella del country Lurleen Lumpkin, entre otros oficios.
Sin miedo al ascenso
Es evidente que el padre de Bart y compañía nunca está cómodo con el trabajo que tenga en ese momento, sea el que sea, y jamástiene miedo a que le asciendan o dejarlo todo por una propuesta laboral en mejores condiciones.
Así acabó mudándose a Cypress Creek pata trabajar como ejecutivo bajo las órdenes del mafioso Hank Scorpio en la empresa Globex, fue ascendido a “Smithers”, el ayudante del señor Burns, y durante un episodio fue CEO de la mismísima Central Nuclear.
Un buscavidas
En muchas ocasiones Homer ha estado en el paro, ya sea antes de entrar en la Central Nuclear, o bien porque lo hayan despedido de ésta. Entonces se ha ganado el jornal como ha podido: fabricando velas,vendiendo a puerta fría de cuchillos, ha sido empleado en una bolera (y aprovechaba la máquina de pulir bolos para sacarse brillo a la calva), ha sido Papá Noel de un centro comercial -en una Navidad en la que le negaron la paga extra-, e incluso hombre orquesta. Y eso sin mencionar sus incursiones en la política.
Y es que Homer tiene muchas cosas malas: es un padre descuidado, un tanto homófobo y machista, no es un buen practicante de su religión, no respeta en especial a sus mayores y tantas otras cosas, pero nadie puede reprocharle que es un ejemplo como trabajador. Porque, en resumidas cuentas, es una persona a la que no se le caen los anillos, es capaz de detectar necesidades y ganar dinero con ello, le gusta arriesgar para crecer y lucha por cumplir sus sueños, aunque estos cambien según pasan los días (como por ejemplo, ser feriante).