En diciembre de 2016, Nacho Vidal contó en Sábado Deluxe la dura historia de su hija Violeta, entonces de 9 años. Una chica transexual a la que la justicia no le reconocía el nombre ni el género con el que se reconocía a sí misma, pero que al fin consta como Violeta Puertas González, con sexo femenino en el registro.
Anoche, Vidal regresó al mismo plató a contar cómo su lucha por los derechos de su hija por fin ha obtenido resultado. “Le dije a mi hija que fui al juzgado a recoger lo que nos habían dicho esta vez, si nos habían dado esta vez el cambio de nombre y el cambio de sexo. Yo solo iba a por el cambio de nombre, no sabía que nos habían dado también el cambio de sexo, y la chica del juzgado me vino con una sonrisa de oreja a oreja, y me dijo ya está aquí, ya lo tienes. Yo sabía que me lo habían dado, lloré con ella, la del juzgado fue emotivo”, narró el conocido actor de cine para adultos.
Hace ya casi año y medio narró cómo su hija tenía una madurez muy grande para su edad, algo que dejó palpable con su relato. Y es que Nacho no se percató que no solo le habían aceptado el cambio de nombre, sino que le habían modificado el sexo legal. “También tienes el cambio de sexo aceptado, qué te parece”, le preguntó a su hija, que ahora tiene 10 años. “Tú esperas que salte de alegría. Se quedó fría y dijo “me parece correcto””.
Esto hizo reflexionar a Nacho, que en un principio pensó en dar las gracias al juez y al fiscal, pero luego no lo hizo. “No, han hecho lo correcto, lo que tienen que hacer. Y una de las cosas que me quejo es por qué anteriormente lo hemos pedido y nos lo han rechazado, y luego sí nos lo han aceptado. Ese libre albedrío que hay en la justicia no debe ser”, puntualizó, señalando que este tipo de peticiones se aceptan o no dependiendo de “si cae en las manos de un fiscal que va a la iglesia a los domingos o si cae en las manos de un fiscal que ha sido hippy y cree en el amor libre”.