Cámbieme no se rinde. El programa de Telecinco producido por La fábrica de la tele sabe la situación de peligro en la que se encuentra. Las audiencias no son muy buenas y su renovación pende de un hilo. Por eso el formato de cambios de imagen de la mañana presentado por Carlota Corredera no hace más que cambiar sus contenidos todos los días para probar qué funciona y así mejorar su rendimiento.
Cada programa de Cámbiame es completamente distinto al anterior. Ha habido tantos cambios en el programa en estas últimas semanas que el espectador ya no sabe lo que se va a encontrar cuando conecta con Cámbiame. Ni quién va a estar en el programa.
Tras una primera bajada de audiencias, Cámbiame aprovechó que Telecinco mandaba a Mujeres y hombres y viceversa a Cuatro para hacer un gran lavado de imagen al programa. Empezaría a emitirse en directo, con la posibilidad de seguir los cambios a través de la web, se contrataron a nuevos asesores y a un nuevo equipo de estilistas.
El programa ha ido renovando sus contenidos día a día para adaptarse a lo que más le gusta al espectador
Cámbiame se transformaba en una competición: cada equipo de estilistas haría un cambio que después sería juzgado por Pelayo Díaz y Fiona Ferrer. Al menos, este era el plan inicial de este nuevo Cámbiame. Pero, como las audiencias manda, el programa ha ido renovando sus contenidos día a día para adaptarse a lo que más le gusta al espectador.
La primera parte del programa incluye mucha actualidad y ya no está basada en los cambios de imagen. Se habla de los estilismos de famosos en alfombras rojas, como fue el caso de los Oscar, o se analiza el look de algunos personajes conocidos del panorama nacional, como fue el caso de Paula Echevarría y Kiko Rivera. Además, se han incluido algunas nuevas secciones, como cambios hechos en casa o Cámbiame Shopping, la oportunidad de irse de compras con un asesor sin pasar por plató.
Tampoco han escondido que quieren tirar de historias más relacionadas con la prensa del corazón. Pelayo Díaz tuvo su propia entrevista privada en el programa para hablar de su propia boda. Además, el programa ha cambiado en estos últimos días a María Lapiedra y a Gustavo González, los dos personajes de la temporada de Sálvame.
Problemas con los coaches
Cámbiame, además, ha tenido que hacer frente a la baja de una de sus caras más conocidas: Natalia Ferviú. La coach del programa decidía abandonar el formato después de haber tenido una gran bronca en directo con su nueva compañera, Paloma. A Ferviú no le gustó el tono con el que se dirigía su compañera a los invitados y las dos se enfrentaron en una gran discusión. Finalmente, la estilista decidía abandonar el programa y no ha vuelto a dar señales de vida.
El mal rollo que hay en el programa se puede palpar. Los coaches no han escondido que su relación ya no es tan buena como hace algunos meses. Cristina y Pelayo se distanciaron mucho tras la marcha de Ferviú y ahora mismo se dirigen muy poco la palabra. Una situación a la que ha tenido que hacer frente un programa de televisión que se encuentra en pleno cambio de imagen.
Pequeños cambios de estilo
A pesar de que pueden llegar a confundir a los espectadores, desde Cámbiame también están probando cómo presentar sus desfiles de distintas maneras para intentar volver a conquistar al público.
Este lunes, por ejemplo, regresaban al plató de Cámbiame las míticas sillas donde se sentaban los coaches en los meses anteriores, sustituyendo así los sillones donde se sentaban en estas últimas semanas. Este lunes, además, Pelayo Díaz se sentó en estas sillas y dejó atrás la mesa del jurado que compartía con Fiona Ferrer en los días anteriores.
Este martes, Dakota, exparticipante en Hermano mayor, regresa a Cámbiame. Dakota participó en Cámbiame este lunes y se fue muy descontenta con su cambio. Vuelve este martes y se pondrá en las manos de Pelayo. El miembro del jurado vuelve a abandonar su puesto de trabajo para convertirse en estilista. Más cambios para un formato que, pase lo que pase, no va a dejar de intentar sobrevivir en la parilla.