Aunque sigue existiendo una importante demanda de series de televisión pirateadas, lo cierto es que la llegada de nuevas plataformas de ficción a todo el mundo ha hecho que este tipo de consumo haya descendido de forma muy notable. Esto ha dado paso a la ebullición de tantas series de televisión que ya es imposible consumir todas las series de moda.
La cosecha de 2004 marcó un antes y un después para las series americanas. Llegarían en ese momento ficciones como Perdidos, Mujeres desesperadas, House o Anatomía de Grey a la televisión. Fue una gran edad de oro para este tipo de series. Y provocó la subida imparable de la piratería. Y es que estas ficciones tardaban mucho en llegar a España, lo que provocaba sed de nuevos episodios que sólo podía ser saciada con internet y la descarga ilegal de capítulos.
Poco a poco, las cadenas de pago se han ido adaptando a los nuevos tiempos y las series de televisión ya no tardan tantos años en llegar a nuestro país. De hecho, algunas series llegan en versión original al mismo tiempo que se estrenan en EEUU y tardan menos de 24 horas en emitirse con doblaje español.
Pero sería la llegada de las plataformas de pago a nuestro país lo que provocaría una gran revolución mediática e imparable que ha cambiado por completo el panorama audiovisual. España se ha convertido en un foco de inversión y, tras la llegada de Netflix, han activado sus servicios HBO España, Amazon y Sky. A esto hay que sumar la gran inversión de Movistar+ con sus nuevas series originales.
El consumo ha cambiado
Ya no se consumen series de televisión como antes. Ya no sólo llegan a España una docena de series de televisión americanas y cae alguna inglesa por el camino. Ahora, gracias a las plataformas de pago, podemos ver en nuestra televisión ficciones de todo el mundo. Descubrimos así otra forma de hacer series, otros estilos y otras fotografías que, sorprendentemente, funcionan muy bien en nuestro país.
Descubrimos así otra forma de hacer series, otros estilos y otras fotografías que funcionan muy bien en nuestro país
Es el caso de Dark. Ahora forma parte de las conversaciones de muchos jóvenes amantes de las series de televisión. Es alemana, una original de Netflix y que estrenó su primera temporada el pasado mes de diciembre. Se trata de un thriller que mezcla el misterio y la ciencia ficción a la perfección durante 10 episodios. Pero sí, ahora vemos series alemanas.
Pero también brasileñas. ¿Quién lo diría hace algunos años? Netflix estrenó a finales de 2016 la serie 3% y ha causado furor por todo el mundo. El simple hecho de que la ficción se estrene en España al mismo tiempo que en su país original es un plus añadido que hace algunos años no podíamos imaginar.
Y es que ha sido Netflix la plataforma que más ha apostado por hacer series de televisión originales en cada país. Es el caso de la ya estrenada Las chicas del cable en España, o de la futura Élite, su segundo proyecto en nuestro país. Además, ya se encuentran trabajando en la segunda temporada de Paquita Salas. Pero, al mismo tiempo, estrenó Marseille en Francia, Suburra en Italia, Ingobernable en México o Estocolmo en Argentina.
Con este tipo de expansión internacional, EEUU ya no tiene el monopolio en sus manos de las series de televisión y las ficciones lineales de temporada han dejado de mandar en nuestro país. Ahora interesa mucho más el ‘consumo cuándo y cómo quiero’, las temporadas completas y las series de televisión que cuentan historias alejadas de la trillada América. Y es que el mayor éxito de Netflix en nuestro país es Narcos.
A España le viene muy bien esta expansión
Pero este tipo de consumo le viene muy bien a España también. Netflix está comprando muchas series españolas para emitirlas por todo el mundo de forma exclusiva. Y es así como las ficciones españolas viajan por otros países de forma mucho más rápida, mejor emitida y ahorrando muchos costes a las cadenas de televisión españolas.
Es el caso de La casa de papel. La serie de Antena 3 se ha convertido en todo un fenómeno en muchos países después de ser estrenada en Netflix. Lo cierto es que la plataforma vende esta serie como un original al haber comprado sus derechos en exclusiva a pesar de no haber pagado un euro en su producción.
Lo cierto es que, gracias al buen rendimiento de La casa de papel, ahora numerosos países han puesto el ojo en la ficción española. Son muchos los medios extranjeros que han recomendado otras series españolas que seguir después de haber visto la ficción de Antena 3, como Vis a Vis, Merlí, El ministerio del tiempo, Mar de plástico o Bajo sospecha, todas ellas compradas por Netflix.