Gran Hermano dice hoy adiós a la televisión después de 17 años en antena y 18 temporadas. Lo hace, para tristeza de sus más fieles seguidores, por la puerta de atrás con sus peores datos de audiencia y con el conocimiento de que es posible que no regrese a la pequeña pantalla hasta dentro de varios años.
Es evidente que tras casi dos décadas en televisión, el desgaste del formato ha sido clave para su final. Sin embargo, no podemos obviar que, durante los últimos tiempos, Telecinco ha tomado una serie de decisiones, no exentas de cierta soberbia, que han contribuido a este desenlace.
1. La marcha de Mercedes Milá
La primera de ellas fue, sin ninguna duda, la decisión de no seguir contando con Mercedes Milá como presentadora. Después de 16 años sin pedir un aumento de sueldo, la presentadora catalana pidió “una oferta bonita y un poquito de amor” y, no solo es que Mediaset España se negara, sino que en su despedida la dejó de pesetera.
No solo es que Mediaset se negara a una subida de sueldo, sino que la dejo de pesetera
De nada sirvió su entrega máxima al concurso hasta el punto de haber arriesgado su imagen. De nada sirvieron los cientos de momentos divertidos que había brindado a la audiencia. De nada sirvió su defensa a ultranza del reality como el día en el que al recibir el premio Ondas dijo públicamente que se lo daban a ella por vergüenza a dárselo al programa.
Rápidamente se buscó un sustituto con tablas en el mundo del reality para evitar dudas sobre la continuidad del programa. Sin embargo, la audiencia no recibió nada bien la marcha del alma de Gran Hermano y la llegada de Jorge Javier Vázquez.
Su en ocasiones excesivo protagonismo, así como su menor implicación en el formato, tampoco ayudó a que los seguidores del programa acogieron con agrado al presentador que, además, no empezó con muy buen pie atacando a algunos exconcursantes.
2. La supresión del canal 24 horas
Otra decisión poco medida fue la de suprimir el canal 24 horas y considerar a medios y redes como ‘enemigos’, en vez de como aliados. Era razonable que la cadena quisiera controlar todo el contenido que se generara en la casa con el objetivo de tener contenido para sus galas y así mejorar su audiencia ya que, urante los últimos años, gracias a las redes sociales, en ocasiones no era necesario seguir el programa en su emisión tradicional.
Sin embargo, con esta decisión la cadena mataba la viralidad del concurso y su conversación en redes. Y así, aunque en años anteriores los medios ‘reventaban’ contenidos al programa, pero ayudaban a crear expectación de cara a las galas; este año la curiosidad por cada gala se redujo considerablemente.
3. Compartir vídeos
Prácticamente en la línea de la anterior, Mediaset España ha decidido tener una política proteccionista con su contenido bajo la premisa de ‘si quieres ver nuestro contenido, tienes que pasar por nuestras webs’.
Sin embargo, con este movimiento, la cadena ha perdido gran parte de la promoción que los demás medios hacían de su producto. Con un Gran Hermano flojo en audiencias, ¿qué sentido tiene para un medio hablar de algo que ha pasado en la casa si no le puede ofrecer ese momento en imágenes a su lector?
Bonus
Por último no podemos olvidar la decisión de enfrentar el estreno de Gran Hermano Revolution al de la segunda edición de Masterchef Celebrity. En Mediaset siempre han tenido la política de utilizar sus productos como armas para debilitar al rival. Sin embargo, en esta ocasión, la jugada no le salió nada bien y el talent de cocina pasó por encima de su rival sin problemas.