En el año 1969, Charles Manson, junto a la secta de tinte satánico que lideraba conocida como La Familia, cometió un asesinato múltiple que estremeció a Estados Unidos. Entre las víctimas estaba la actriz Sharon Tate, esposa de Roman Polanski, que poco antes había dirigido la película La semilla del diablo. Fue apuñalada 16 veces, y con su sangre se pintó la palabra “cerdos” en el chalé en el que se cometieron los crímenes.
En la tarde de este domingo, Charles Manson moría a los 83 años, y su defunción se ha convertido incluso en Trending Topic. Y es que su figura se convirtió en un incomprensible icono pop. Por citar un par de ejemplos, el cantante Brian Hugh Warner adoptó de nombre artístico Marylin Manson en homenaje a la Monroe y al asesino, o Guns N’Roses versionó una canción compuesta por él Look at your game, girl en su disco de 1993. De hecho, el vocalista Axl Rose lució camisetas con la cara de Manson en alguno de sus conciertos.
Y en 1998, Charles Manson llegó a aparecer, de forma satírica, en South Park. La serie de Trey Parker y Matt Stone emitieron el 9 de diciembre de dicho año un capítulo en el que uno de los personajes fue el célebre asesino. De hecho, el episodio se llama Feliz navidad, Charlie Manson, en homenaje a la serie de Snoopy y a su protagonista Charlie Brown.
Todo comenzó con los niños protagonistas yendo a casa de la abuela de Cartman para celebrar las fiestas. En la cena contactan por videoconferencia con un tío de Cartman que está preso, y que huye de la cárcel junto a un compañero: Charles Manson, al que comienzan a llamar Charlie.
Como no podía ser de otra manera, los creadores del universo de South Park hacen burla de Manson, quien ayuda a los niños a ir a un centro comercial para ver al Señor Mojón y durante la visita al mismo sustituye su tatuaje de la frente, una esvástica, por un smaley.
En una de las escenas finales, el niño Stan le pide a Manson huir con él, pues se escapó de casa para ver al zurullo navideño y tiene miedo a las represalias de los padres. Es entonces cuando Manson, con el espíritu de las fiestas a flor de piel, le explica que él de joven creyó tener una familia compuesta por unos amigos hippies, pero que la experiencia que ha demostrado que la verdadera familia es la que trae al mundo.
Una redención que nada se correspondía con el personaje real. De hecho, Manson, que jamás mostró arrepentimiento por sus actos, llega a apenarse con la muerte de Kenny.