La próxima gala de Supervivientes será la más emocionante de lo que llevamos de edición. Y es que de tres nominados, dos serán los que abandonen el programa. Alejandro, Alba e Iván se la juegan, y ninguno de los tres quiere quedarse fuera de la gran final que se producirá en dos semanas. Es una nominación interesante ya que cada uno de ellos tiene elementos positivos que los ensalza como concursantes. Alejandro, el participante anónimo de esta edición que ha ganado casi todas las pruebas de inmunidad. Su concurso ha sido correcto y su perfil responde al del ganador de la pasada edición. En contra tiene que ha sido algo pelele y que en un programa de estas características se necesita más que la habilidad física para conquistar al espectador.
Alba Carrillo, la concursante que más ha sorprendido al espectador. De ser una auténtica desquiciada a ser una mujer empática con sus compañeros. Siempre ha sabido dar buenos consejos y logra sacar una sonrisa al espectador. Su buen humor y su positividad, a veces con tintes de nostalgia, la convierten en una perfecta candidata para hacerse con una plaza en la final. En su contra tiene que no ha sido la mejor superviviente y que su actividad en la isla ha sido más bien escasa.
Iván ha hecho un juego estupendo, si bien es cierto que al final ha logrado despertar el recelo y la desconfianza en el espectador. Sus últimos discursos en la palapa no han sido contundentes, por lo que uno puede llegar a pensar que sus contrarios no se equivocan en lo que dicen de él. Su alianza con José Luis le ha traído hasta aquí, y si logra salvarse el próximo jueves será un finalista justo.
Alba es la concursante que más se merece estar entre lso finalistas porque se ha expuesto más emocionalmente
Supongo que llegados hasta aquí, es el espectador quien, dejándose llevar, algunos por la cabeza y otros por el corazón, debe decidir cuál de los tres debe permanecer en el concurso. En mi caso, lo tengo más que claro. Es Alba la concursante que merece estar entre los finalistas, posiblemente porque se ha expuesto más emocionalmente que sus rivales, y si no hay emoción y sentimiento no hay reality.
La gala de este jueves comenzó con la disputa entre Kiko y Lucía Pariente, quien fue invitada por la organización del programa a abandonar la casita del arbol. Me pronuncié en mis redes sociales acerca de esta decisión, que considero injusta. No me creo para nada el paripé que lleva montandose tres semanas el novio de Gloria Camila. Tiene guasa que acuse a Lucía de llamarle machista cuando es él el que lleva tres meses comportándose como tal. Kiko está haciendo un papelón y lo peor es que la audiencia votante se lo está tragando. Anoche volvió a salvarse frente a Juan Miguel, un concursante que no despierta ningún tipo de odio. Esta situación me hace pensar que Kiko cuenta con más apoyo del que muchos pensábamos. Hay que estar atentos, pues sigue con opciones al premio y no sería descabellado que se hiciera con una plaza en la final. ¿Quién no recuerda a Rafa Lomana, que después de tirarse más de medio concurso en el palafito, logró quedar en segunda posición?
Otro de los momentos más tensos de la noche fue la discusión que se organizó en el plató entre una de las mellis y Paola, la última expulsada. Las formas y el afán de protagonismo que demostró tener la ex amiga de Raquel Bollo fueron evidentes. No estoy dándole la razón a Paola con respecto a lo que hizo en la isla, pero lo de anoche de las mellis puede resumirse en una palabra bastante clara: oportunismo. A favor de Paola, diré que logró emocionarme durante su entrevista. Probablemente porque encontré en ella una fragilidad desconocida hasta el momento.
Resaltar el hecho de que ya tenemos los dos primeros finalistas de esta edición. Ellos son Laura Matamoros, que consiguió ganar la prueba de inmunidad, y José Luis, que se libró de salir nominado al decidir Laura colocar a Iván en la terna de nominados definitivos. José Luis es un justo finalista. Lo de Laura, pues supongo que también. Ha sido salvada por la audiencia y ha aguantado las mismas condiciones que los demás. Enhorabuena a sus seguidores.