Sábado Deluxe consiguió sentar anoche a uno de los protagonistas de las últimas semanas en Sálvame, el cómico Ángel Garó. Desde el programa esperaban al Garó histriónico que habíamos visto gritar a la policía desde un balcón, el que se enfada con Paz Padilla y dice que quiere dinero por hablar, y que si el programa gana euros a su costa él también quiere un trozo del pastel.
Pero Ángel llegó con los deberes hechos al plató, flotando en una balsa de aceite a pesar de tener que hablar de algo tan serio como una presunta agresión intragénero. No quería regalar al Deluxe una mala contestación que luego pudieran emitir en bucle a lo largo de la semana, ni quería dar puntada sin hilo. Algo que al programa parecía no sentar demasiado bien, por lo que intentaron buscarle las cosquillas.
Los colaboradores sacaron los cuchillos preguntándole cuánto cobra por bolo, que cuántas funciones hace al año, que si sería capaz de grabar un reportaje en el que le sigan con una cámara a ver si es verdad que en Málaga le quieren tanto como él afirma… Pero Ángel, que conoce el mundo del entretenimiento como el que más, se puso una máscara para sonreír y despachó los ataques con respuestas elegantes, sin alterarse como otros lo harían; y cuando le daban pie, realizaba un pequeño monólogo tras el que nadie recordaba ya qué le habían preguntado.
No consiguieron sacarle de sus casillas
Tanto querían irritarlo que de hecho, durante parte de la entrevista, estuvo sobreimpresionado el teléfono de atención a las víctimas de la violencia de género, tras contar cómo estuvo 29 horas en el calabozo de la policía acusado de agredir a su expareja Darío Albelaira.
Garó dio a entender que Darío falsificó el parte de lesiones que llevó a la policía, y cuando le preguntaron más sobre este hecho él dijo que él no estaba dando a entender nada, que jamás se le ocurriría decir que un hospital de partes falsos, curándose en salud. Estaba toreando a todos los presentes como quería, porque él llevaba las riendas de aquella función teatral de la que era actor y casi guionista y director.
Durante un momento Ángel sí se puso más serio y sin nadie que le tosiese. Fue cuando le preguntaron sobre su gran amor, y afirmó que fue su novia, a la que dijo que nunca maltrató. Y Nieves Herrero quiso poner puntos sobre las íes y decir que era un tema muy serio como para bromear, y Garó hizo un soliloquio en contra de la violencia al que no pudieron responder.
"¿Ingresarás en la cárcel de Alhaurín?"
Mas desde el programa querían sangre, y por ello hasta le preguntaron que si tiene que entrar en la cárcel por la presunta agresión a Darío si lo haría en la malagueña prisión de Alhaurín de la Torre; Ángel no hizo mucho caso y siguió adelante. Y poco después, le preguntaron que si tan querido es en Málaga si daría el pregón de la feria, y respondió que no, porque estaría en Alhaurín. Les estaba vacilando en su cara, no les dio ningún momento con el que poder atacarle en Sálvame y se llevó el dinero calentito como él había anunciado que era su intención. Fue una lucha entre hasta dónde podía llegar el programa y cuánto podía él aguantar. Y resistió la tentación de liarla, y se fue como un señor que hasta pidió perdón a Paz Padilla por las malas palabras que tuvo hacia ella. Le salió una jugada redonda.