Ni el tener un Vázquez en el DNI, el apellido favorito en Mediaset España, hizo que cayera en gracia a sus directivos. Y es que innegable que, imponer una cláusula de objeción a hacer cierto tipo de televisión o hablar con tanta claridad sobre la desigualidad en el sector, han hecho que Paula Vázquez esté apartada de la pequeña pantalla durante los últimos tres años.
Sin embargo, no es algo que preocupe en exceso a la gallega. De hecho, con la seguridad de poderse retirar cuando así lo desee, la presentadora no tiene pelos en la lengua a la hora de hablar del verdadero motivo por el que Antena 3 no le ofreció ningún otro programa al acabar El Número Uno.
Ahora, tras estos tres años en los que no le han faltado ofertas, regresa a Cero con El Puente, un reality que nada tiene que ver con lo hasta ahora visto en televisión en ese género. El resultado, a partir del próximo lunes 29 de mayo, a partir de las 22 horas en #0.
¿Que significa para ti ‘El Puente’ después de tres años apartada de la televisión?
Empezar de cero. Es una apuesta segura. Tal y como me lo cuentan, me dicen que venía sin presentador y que fue Cero quién quiso un presentador. Estoy agradecida por todos lados. Qué bien que se acuerden de mí para un formato como este que, a priori, se lo suelen ofrecer a un hombre. Y después de estrenar los primeros minutos del programa, creo que ha merecido la pena esperar a que llegara algo bueno a mis manos. No mentimos cuando decimos que es algo nuevo y un género nuevo.
Tus jefes dicen que eres una presentadora de paladar fino, que eliges con cuidado tus proyectos. ¿Qué tenía El Puente?
Zeppelin lleva muchos años haciendo realities y saben cómo generar contenido, contarlo. Esto es distinto, lo cual nos enseña que es un productora versátil y el reality puede ser lo que el cliente quiera. Me llegó por parte de Pilar Blasco de Zeppelin, me dijo que era en la Patagonia y rápidamente pedí un taxi. Si no estuviera aquí estaría envidiando.
Con El Puente hemos venido a hacer un programa y nos ha salido una película
¿Qué le diferencia de otros realities?
Hemos venido a hacer un programa y nos ha salido una película. Tiene dos pilares: no es un reality al uso, la gente no opina ni expulsa, y su forma de narrarse. El Puente se cuenta como en Perdidos con flashbacks. No sabes por qué alguien actúa así hasta que te lo presentan en el programa quinto.
Hay momentos en los que sacas más tu faceta de actriz…
Eso es algo que yo siempre cuento. Los presentadores siempre intentamos hacer nuestro trabajo lo más creíble posible dentro de un guión que te escriben unos guionistas. Ese guión lo normal es que el director te diga que lo claves. Entonces si yo lo hago así, eso se llama actuar, ¿verdad? No entiendo por qué estamos sin derechos, por qué Antena 3 emite refritos míos los fines de semana sin mi permiso cuando está obsoleta esa imagen. Yo agradecería que me pidieran permiso, pero si me pagaran como a los actores, lo agradecería más.
¿Por qué Antena 3 emite refritos míos los fines de semana sin mi permiso?
¿Te arrepientes de tu faceta de actriz?
No solo no me arrepiento, sino que digo que por qué no nos pagan como a los actores. No tenemos ni siquiera una asociación ni un sindicato. Los presentadores no estamos unidos para nada.
¿Qué tipo de ofertas te han llegado en estos años y por qué las rechazabas?
En ocasiones era porque no suponían un reto como, por ejemplo, Supervivientes. Yo no quise hacerlo porque no se parece a cuando yo hice La Selva. Y luego ha habido otros formatos que son grandes, pero que no me veo presentando. En este caso me pareció un regalo: exteriores, un programa de aventura, dirigido a un público diferente, que te desmarque de lo que se está haciendo en televisión, que es repetir y repetir y, en algunos casos volver a atrás, en los que el papel de la mujer es de acompañante, con un sueldo de acompañante cuando es la protagonista, y sigue teniendo sueldo de colaboradora. En la crisis nos han dado fuerte a las mujeres.
¿En qué momento te llegó la oferta de Supervivientes?
Cuando Paolo (Vasile) compra Cuatro. Nunca se me ocurriría decirlo, pero lo ha dicho Raquel (Sánchez Silva) hace un mes.
Esa negativa quizá ha provocado su antipatía hacia ti…
¿Tu qué crees?
Invertí pronto. Hoy me puedo permitir retirarme de la tele.
¿Te puedes permitir estar tres años sin trabajar?
Empecé con 16 años, viniendo de una familia muy humilde y, desde el principio, sabía que esto no sería una carrera de fondo, sino un sprint. Así que empecé a invertir pronto, hacer mi plan B, C y D. Por tanto hoy me puedo permitir retirarme de la tele. En mi cabeza yo ya estaba retirada. No tengo ni manager. Me he comprado unos terrenos en Galicia y me haré una casa de piedra. Me voy a retirar porque he hecho los deberes.
Pero, ¿has sido tú la que ha decido retirarse?
Sí. Antena 3 no renovó mi contrato y tuve ofertas que no me apetecían. No quiero defender cosas que no me identifico con ellas. Y con Cero sí lo hago. Es una cadena que el papel de la mujer no está sexualizado, puedo aspirar a tener mi programa…
Una vez dijiste que sentías que había un veto. ¿Se te han cerrado puertas por ser tan sincera?
Ha habido titulares que se han tergiversado y quiero explicarlo. Mi intención no fue dar esos titulares explosivos. En esta crisis ha habido mucho intrusismo y te encuentras entrevistada por gente que no tiene experiencia ni sabe cómo hacerlo. He visto titulares de ‘No volveré a trabajar en España’ con un vídeo abajo en el que, con solo pinchar, se veía que no era así.
Tengo enemigos en esta profesión, pero también tengo muchos más amigos
Se habló de una mano negra…
Tengo enemigos en esta profesión, pero también tengo muchos más amigos. No es un solo factor el que hace que te retires de las tele tres años. Quién toma la decisión soy yo. Me podría haber ido a la televisión de Galicia, que me ofrecieron cosas importantes y muy interesantes. Pero personalmente necesitaba parar por mi salud emocional y física. Miré el reloj y ví que era 42. Me ha venido bien parar: congelé mis óvulos para preservar mi maternidad si algun dia tengo el instinto maternal que no siento, dedicarme a otras facetas de mi vida…
Cuando empezaste en Cuatro también venías de estar un tiempo apartada de la televisión. ¿Es quizá mejor parar hasta que se encuentra un proyecto ideal?
Tiene que ver con un tema moral. Me crié con tres abuelas: mis dos abuelas y la hermana de una de ellas. Yo solo he querido que hablaran de mi trabajo y no de mi vida privada. Quería que estuvieran orgullosas. Después del Un, dos, tres llegaron a cortarme la luz y el agua y mis abuelas me ingresaban 5.000 pesetas al mes. Y tenía ofertas, pero no las aceptaba. No entiendo el entretenimiento como un lugar donde humillarte o utilizarte para tú quedar bien. Yo quiero que sea un lugar que sirva de trampolín. En mis contratos tengo una cláusula de objeción de conciencia donde digo que la vida privada de la gente no me interesa. ¿Con qué cara puedo pedir yo luego que respeten la mía? Eso también ha hecho que me quede en casa, pero que a gusto me he quedado.
¿Qué cosas te han gustado en televisión y cuáles no?
Se han hecho cosas muy chulas en ficción. Y luego hay otras que me han hecho escaparme al satélite.
¿Cómo cuál?
En este tiempo me he dado cuenta que esto lo vemos todo y al final los titulares y bofetadas me las llevo yo. Y como soy mujer, me las llevo más gordas. Se ve que en cierta cadena no hay mujeres en entretenimiento y hay hombres con tres o cuatro programas.
¿Telecinco?
No. Tienen un montón de mujeres. Cuando yo salgo de Antena 3, por ejemplo, me dicen que no hay programas de entretenimiento. Y luego ves que Manel Fuentes tiene tres y Arturo Valls tiene dos. ¿Eso cómo se llama? Yo lo llamo misoginia.
Pero, ¿crees que hay una política en Atresmedia para dar programas de entretenimiento a hombres?
¡Qué coincidencia que un hombre tenga tres programas y tú estés en casa! ¿Eso es casualidad? No quiero ser la que abandera estas cosas cuando todos lo vemos. No estoy descubriendo oro. La única mujer ahí es Susanna Griso y no hace entretenimiento.
¡Qué coincidencia que un hombre tenga tres programas y tú estés en casa!
¿No crees que el ser tan sincera también ha provocado quedarte en casa?
Sí, pero creo que hay una generación que va a hablar así de claro. Estamos todavía un poco cagaditos. ¿Por qué? ¿Porque te quiten la fama? Pero eso es efímero.
¿Te llegan mensajes de otras presentadoras felicitándote por tus palabras?
No.
En Hollywood, por ejemplo, hay mujeres exigiendo que se igualen los sueldos a los de los hombres…
Ahí no me he atrevido a llegar. Hay una generación de mujeres que se mantienen solas. Mi madre era peluquera y estaba a nombre de mi padre. En una generación nos hemos impuesto dando hostias en la mesa. Deberíamos estar alarmados todos. ¿Ahora no entretenemos las mujeres? ¿Somos floreros? ¿Por qué hay presentadoras que cobran como colaboradoras cuando tienen más protagonismo que ellos? Yo no llegaré a cobrar lo que cobraba Sardá. ¿Por qué?
¿Te ha pasado el tener más protagonismo y cobrar menos?
He tenido que estudiarme el guión de mi compañero porque no estudiaba para que luego en la gala sacaras el trabajo adelante y cobraras menos.
Todo lo que me ofrecieron como actriz tenía que enseñar las tetas.
¿Por qué no continuaste como actriz?
Económicamente no compensa. Me siento realizada porque creo que cuando presento, interpreto. Nunca llegarás a tener una carrera en España sino te piras fueras. Y luego está que todo lo que me ofrecieron como actriz tenía que enseñar las tetas. Hasta Juan Antonio Bardem me propuso una película y dije que no por qué tenía que enseñar las tetas.
¿En tele también?
No, en tele no. Si me dicen que tenía que presentar Supervivientes en bikini, hubiera dicho que no. Nunca me he sentido usada ni abusada en televisión. Lo que pasa es que me robaron las maletas y empecé a usar la ropa de mis redactoras hasta que se acabó la ropa. Y lo amorticé y me hice una línea de bikini.
¿No has pensado nunca en hacer carrera fuera?
Me fui tres años a Los Ángeles, pero no me atrajo nada la vida de allí. No me compensaba. Mañana lo mismo termino haciendo ficción. Pero necesito el directo.