Por fin hemos salido de dudas. La conversación que el pasado jueves se produjo entre Jorge Javier y Alba Carrillo ha surtido efecto. La hija de Lucía ha decidido continuar su aventura tras pasarse tres días reflexionando. Me llama la atención que sean colaboradores del propio programa los que se quejen del trato que ha recibido Alba, básicamente porque ha sido la dirección del concurso la que ha estimado oportuno que la modelo pudiera barajar la posibilidad de alargar su experiencia.
Dejemos de ser hipócritas y admitamos que consumimos este tipo de formatos por concursantes como Alba. Me da igual que haya podido dormir sobre un colchón durante cuarenta y ocho horas si eso me asegura videos potentes durante los próximos días. Si ha tenido ese privilegio es porque se lo ha ganado por méritos propios. El fantástico arranque de esta edición se ha producido en parte gracias a ella y a su madre, que se han metido en el fango y han generado tramas desde el principio. Me da igual que su comportamiento sea o no censurable, para eso está el televoto y la moral de cada uno, pero prefiero a una Alba con todo lo que eso conlleva que a concursantes como Edmundo o como Alejandro que no provocan absolutamente nada.
Me encantó el momento en el que regresó a tierra de nadie, sobre todo cuando bajó de la barca con aires de estrella protagonista. Ella sabe que es una concursante cotizada y juega con eso, aunque debe andarse con cuidado porque no creo que el programa vuelva a darle una oportunidad semejante. Fue interesante comprobar el grado de rabia que sintieron sus compañeros al observar su regreso, a punto estuvo alguno de echar espuma por la boca. No la esperaban y están indignados, especialmente Kiko, al que Alba contestó divinamente al decirle que si tenía alguna queja debía hacérselo saber a la dirección del programa ya que ella poco podía hacer respecto a sus quejas salvo escucharlas.
Sería muy bueno que Alba saliera nominada por sus compañeros y la audiencia decidiera salvarla, las caras de sus rivales iban a ser todo un poema, aunque no creo que se produjera ningún cambio importante en la expresión de Laura Matamoros. Ella siempre pasea ese rostro de amargura y de asco, como si estuviera condenada a oler estiércol eternamente. La verdad es que Laura Matamoros no está mostrando nada nuevo. Sigue viviendo de las rentas y obtiene algo de protagonismo cuando su padre es el centro de alguna conversación, demostrando ser incapaz de destacar por sí sola.
Laura Matamoros, un cabreo permanente
No me sorprendió ver la secuencia en la que aparece pavoneándose de las cosas que le dijo a Alba en la palapa. Laura hablaba con Alejandro sobre la arena acerca de la tremenda bronca que se que produjo el jueves entre ella la modelo, narrando orgullosa las lindezas que le soltó a su archienemiga. No sé que es más sorprendente, si ver como sigue mostrando la cara que nos enseñó en GH VIP o escuchar a continuación a Rosa Benito afirmar que la hija del colaborador es una mujer muy noble, aunque a decir verdad, cuando veo a la madre de Chayo en pantalla lo último que espero es escuchar algo con un mínimo de coherencia.
Laura Matamoros es competitiva, per se echa de menos algo de positividad
Laura Matamoros no transmite nada positivo, probablemente porque siempre se ha caracterizado por soltar mierda por la boca y nunca se ha mostrado como una chica alegre acorde con su edad. Se hizo famosa por poner verde a la mujer de su padre y cuesta verla sonreír. Su actitud es la del cabreo permanente y la del carácter mal entendido. Se puede tener genio pero no por ello estar todo el día de mala leche, y Laura solo tiene cuota de pantalla por situaciones negativas o de bronca. Me cuesta recordar algún vídeo en GH VIP de ella feliz, sencillamente porque no lo hay. Los momentos que han encumbrado a la hija de Matamoros en la televisión son en los que habla mal de algún miembro de su familia o de algún compañero de encierro. En Supervivientes tampoco se está viendo a esa Laura alegre, y empiezo a pensar que sencillamente, esa Laura no existe. No se puede negar su competitividad en las pruebas, pero se echa de menos algo de positividad y de buen carácter en esta concursante, que cada vez que habla es para criticar a algún compañero.
Eliad Cohen abandona el programa
Uno de los momentos más importantes de la noche fue la noticia del abandono forzoso de Eliad Cohen. El concursante ha tenido que dejar el juego debido a una lesión en el bíceps. Una lástima que Eliad nos deje ahora, ya que el bando de los hombres de su equipo queda debilitado. Unos hombres que están acostumbrados a decidir las localizaciones y a tomar las riendas de su grupo. Con su marcha, Leticia y Janet, sometidas hasta el momento al juicio de sus compañeros, tienen oportunidad de poner orden y hacer valer sus opiniones.
El adiós a Lucía Pariente
Este martes podremos disfrutar de Lucía Pariente en el plató de Supervivientes. Jorge Javier Vázquez tendrá ocasión de entrevistar a la madre de Alba Carrillo, que se enfrentará a su paso por el concurso de supervivencia. Creo que Lucía es un personaje aún por explotar. Su participación en el reality de aventura se me antoja demasiado corta, algo que le puede beneficiar de cara a una posible entrada en otro espacio de telerrealidad. No estoy de acuerdo con muchas de las cosas que ha hecho y es evidente que no ha ayudado a su hija cómo podía haber hecho, pero tampoco creo que sea justo el juicio sumarísimo que se está organizando en su contra.
Lucía Pariente es un personaje aún por explotar
Ha habido momentos en los que Lucía ha sido injustamente tratada por sus compañeros y en los que su hija tampoco ha dado la talla. Creo que madre e hija hubieran sido grandes supervivientes si hubieran concursado solas. Estar juntas no ha ayudado en absoluto, pero no debemos olvidarnos que Lucía soñaba con concursar en Supervivientes. De hecho, se inscribió en el casting de selección de una de las ediciones de participantes anónimos antes de que su hija fuera famosa.
Muchos no se acordarán, pero ha habido momentos en los que Lucía me ha recordado a Francesca, concursante de la segunda edición de Supervivientes, cuando lo producía Globomedia en el año 2001. No ha tenido filtros a la hora de decir las cosas, y este espectador agradece la saña y la crudeza de sus comentarios. Lucía ha sido real y ha jugado a cara descubierta. Si muchos hoy la lapidan es porque ella se ha entregado y se ha mostrado, algo que no todos los concursantes pueden decir. Solo por eso, merece todo mi respeto.