Pilar Rubio tenía un reto esta semana que, aunque parezca sencillo, es muy complicado. Una vez más, la colaboradora de El hormiguero dejó con la boca abierta a los espectadores en uno de los retos más visuales e imactantes que ha hecho hasta ahora.
La colaboradora tenía que estar completamente inmovilizada para convertirse desde en una geisha hasta en Pablo Motos. A través de una proyección a su cara de varias impresiones, Rubio se pudo convertir en lo que quiso este miércoles por la noche ante la presencia de Luis Fonsi, el invitado del programa.