Sexo en Nueva York se estrenó hace casi 20 años y, por muchos proyectos que Sarah Jessica Parker haya hecho desde entonces, su papel de Carrie ha marcado toda su carrera. Ahora, como si del regreso de la hija pródiga se tratase, la actriz vuelve a protagonizar un nuevo proyecto de ficción en HBO. Se trata de Divorce, uno de los grandes títulos con los que la compañía ha desembarcado en España y por el que la actriz se ha desplazado hasta Madrid para amadrinar este proyecto.
De contar la historia de una mujer que vivía por y para la búsqueda del amor, en esta ocasión su vida da un vuelco cuando el divorcio llama a su puerta. Han pasado casi 20 años entre una ficción y otra, pero también para Sarah Jessica Parker. Ahora que tiene 51 años quiere papeles mucho más maduros y que hablen de situaciones reales que nunca se hayan contado en televisión.
Sea como fuere, Parker se ha convertido en una de las mujeres más fuertes de la televisión americana. Es imposible no preguntarle sobre lo que piensa del poder de las mujeres en la ficción y la controversia que se ha generado en estos últimos meses cuando varias actrices han denunciado que su trabajo está peor pagado que el de muchos actores por papeles con el mismo peso.
“Mi mayor preocupación son las mujeres trabajadoras fuera de la industria del entretenimiento, es un gran problema y uno de los asuntos de las últimas elecciones”, dice a BLUPER cuando se le pregunta por la polémica diferencia salarial que existe entre los actores y las actrices por papeles que tienen el mismo peso. “Las mujeres deberían tener el mismo salario que los hombres. Hay madres en mi país que tienen dos o tres trabajos y aún así sobreviven a duras penas", ha contestado.
Las mujeres deberían tener el mismo salario que los hombres
Parker señala a las nuevas generaciones de actrices como las encargadas de abrir este debate: “Es fantástico tener estas conversaciones, es muy importante. Me alegra que muchas jóvenes estén hablando de esto, pero no deberíamos parar sólo porque ahora es un tema candente”.
Ella es una mujer que siempre se han salvado de la quema de Hollywood. Y por quema nos referimos a esa franja de edad en la que una actriz deja de hacer papeles de jovencitas pero tampoco sirve para los papeles más maduros. Un tramo de edad donde algunas actrices han sufrido ciertas dificultades para encontrar trabajo. “No tengo un plan”, asegura. “Intento encontrar papeles que me resulten interesantes y me entusiasmen. También tengo otras cosas que me ocupan y me permiten esperar hasta que encuentro esos papeles. Hasta entonces dedico un tiempo a mi familia para poder grabar después”, confiesa la actriz.
No habrá reencuentro de ‘Sexo en Nueva York’
Casi es inevitable no sacar Sexo en Nueva York en esta conversación. Y ella lo sabe. No se siente nada incómoda cuando le hablan del proyecto que la lanzó al estrellato a todo el mundo y que la ha convertido en una gran musa del mundo de la moda. Dice, por mucho que algunos estuviesen deseando ver ese momento, que de momento no hay planeado ningún reencuentro en Divorce con sus compañeras de Sexo en Nueva York.
“No quiero confundir al espectador”, asegura. Regresará a las grabaciones en febrero para grabar la segunda temporada de la serie. Divorce es una historia aislada e independiente y, además, podría percibirse como sobreexplotar el fenómeno de Sexo en Nueva York. Además, seguramente estén muy ocupadas”, declara.
De momento, la serie le ha concedido una nominación a Mejor Actriz Protagonista en la próxima edición de los Globos de Oro por su papel en esta serie. Sin embargo, ella ya tiene el punto de mira puesto en la segunda temporada: "Es interesante porque, aunque pueda parecer limitada, he descubierto que en una separación necesitas irónicamente a la otra persona. Por otro lado, una vez te has divorciado se convierte en parte de tu identidad, no es algo que se esfume. Mucha gente no se adapta al divorcio y hay sentimientos que permanecen".
Una de las figuras femeninas más poderosas
Ahora, con 51 años, se ha montado su propio imperio para seguir en el candelero sin depender de nadie. Es productora de sus propios espectáculos, es madre, tiene varias fragancias en el mercado y es la musa de la moda con una línea propia. Mujer todoterreno donde las haya, ha hecho de su vestuario en las series de televisión su propia industria.
"El vestuario juega el mismo papel que siempre ha jugado desde que comencé mi carrera”, asegura. Y es que las prendas que se ponía en Sexo en Nueva York se agotaban a la semana siguiente de la emisión del capítulo. Todo lo que tocaba Sarah Jessica Parker se convertía en moda. Tenemos muy complicado ver a la actriz en un show televisivo sin estar magnífica. Ella, sin embargo, ve el vestuario como otra forma de describir a su personaje. “Consideramos necesario tener un gran debate sobre este tema porque muestra cuánto dinero tiene Frances [su personaje en Divorce], dónde vive, en qué trabaja, cuál es su pasado, qué decisiones toma...".