Después de conquistar a la audiencia con Encarcelados y En tierra hostil junto a su compañero Jalis de la Serna, Alejandra Andrade decidía emprender su carrera en solitario a mediados del pasado año lanzando su propia productora Producciones Imposibles.
Fruto de ello ha nacido Fuera de cobertura, un nuevo programa de reportajes de investigación dedicado al periodismo en su estado más puro en el que se desplazarán a distintos puntos del planeta para mostrar la realidad de la homofobia, el narcotráfico, las armas, el acoso sexual, la explotación laboral, la guerra contra el terror, Guantánamo o la crisis.
¿Qué significa para ti Fuera de cobertura?
Es el proyecto más personal que he hecho en mi carrera profesional. Estoy muy feliz y muy contenta con el resultado. Es un programa distinto que tiene algo especial. Y a parte de que me he complicado la vida montando mi productora, estoy muy orgullosa porque es una productora que hemos montado gente que nos conocimos hace muchos años y que dijimos de currar juntos y al final lo hemos conseguido.
¿Qué nos vamos a encontrar?
Es un programa de denuncia, con temas que no queremos que se queden fuera de cobertura. Todos los programas empiezan con alguien que hace una denuncia de un tema importante. Vamos allí y contamos la realidad sin teorizar, sin juzgar, metiéndonos en el meollo. Trataremos la homofobia en Rusia, viajaremos hasta el El Cairo a la fiesta del cordero, que es donde más violaciones masivas se producen; contaremos el oficio del narcotráfico, y viajaremos a Marruecos para ver cómo hay españoles ilegales trabajando por suelos míseros. También iremos a Londres para ver el caso de jóvenes muy preparados pero que trabajan como esclavos para familias inglesas y pondremos cara a los millonarios de la crisis.
El tiempo lleva tiempo grabado. ¿Tenías miedo a que los temas quedaran desfasados?
No. Al revés. Han sido muy inteligentes en Cuatro eligiendo el reportaje Guantánamo para empezar días antes de las elecciones en USA. Es la cárcel más infame del mundo en el que se vulneran a diario los derechos humanos y en el que hay gente que ha sufrido torturas, que no tienen derecho a un abogado, que no sabe porque ha sido juzgada, que no han tenido un juicio justo. Obama prometió cerrarla y tras ocho años no la ha cerrado. Y veremos qué pasa si gana Trump.
¿Has tenido miedo en alguno de los reportajes?
Más que miedo, respeto. El tema del acoso sexual estuvo complicado. Quieres grabarlo, pero te das cuenta que no puedes. Hablamos de cosas muy serias: violaciones masivas. Vamos con gente que conoce el terreno, pero no voy a hacer la locura.
¿Cómo le explicas a tus hijos tu trabajo?
Cada vez mejor. Este año ha sido muy duro para todos. Porque no solo era hacer un nuevo programa, sino también nueva productora. Esta mañana mi hija me ha dejado una nota en la cama diciéndome que iba a salir todo fenomenal e iba a hacer un 100% de audiencia. No es fácil. pero yo intento sensibilizarles mucho con lo que ocurre en el mundo.
¿Y cómo lo llevan tus padres? ¿Tu pareja?
Mi chico que es el que más me sufre. Es un lujo tener una persona que te apoye al 100% y con los niños. Ha visto que con este programa estoy orgullosa y me ve feliz. Ha sido duro. Hemos sufrido un montón: por los temas, porque ahora ya no eres sólo reportera, sino también diriges… Es la primera vez que veo un programa y no quitaba una coma. Nunca me ha pasado en la vida.
¿Antes te quitaban las comas?
Antes lo veía y decía que cambiaría tal o cual. Aquí nos conocemos desde hace catorce años y es nuestro. Quiero que sea perfecto. Hasta los subtítulos o unos puntos suspensivos.
Es inevitable preguntarte por tu ‘divorcio’ de Jalis de la Serna...
Jalis y yo llevamos toda la vida trabajando juntos. Pero era un momento en mi carrera que quería hacer algo con la gente que quería. Fue fácil. El paso fue sencillo. Jalis lo entendió. Somos muy amigos y lo seguiremos siendo. Me encanta que le vaya bien.
Los amigos de los que hablan proceden de Callejeros...
No. La historia tiene un rollo romántico. Nos conocimos hace catorce años en una televisión y nos enamoramos profesionalmente. Yo estaba en TVE, me llegó el tema de Javier Villanueva, un empresario español que estaba en una cárcel en Bolivia. Lo vendí a mi redacción y no me lo compraron. Yo era un moco de 22 años, pero les llamé y Mónica Palomero y yo nos metimos en aquella cárcel. A la vuelta le vendimos las imágenes a Ana Rosa, pero no podia decir que lo habia hecho yo. Y entonces dijimos que teníamos que montar una productora.