No ha pasado ni una hora. Maite ha entrado a la casa como una de las mentoras del contraclub para ayudar a los primeros expulsados del reality. Pero ha hecho todo lo contrario. Pablo era el primer expulsado y se encontraba de golpe con tres nuevas compañeras de habitación: Maite, Amor y María José Galera. El concursante no lo pudo soportar.
A los pocos minutos de explicarle que tenía una segunda oportunidad, Pablo entraba en el confesionario para pedir su salida. El concursante se ha agobiado por el comportamiento alocado de Maite, que ya desquició a sus compañeros de GH 16. Pero, en esta ocasión, ha sido un comportamiento exprés.
Con un ataque de ansiedad y confesando que no tiene dinero para pagar la multa que deben pagar los concursantes que abandonan, Pablo lloraba ante la voz del súper. La voz de Gran Hermano intentaba tranquilizarle, haciéndole ver que no tendría que pagar ningún dinero si se marchaba.
"Una enseñándome el culo y otra diciendo que tenía pito", decía Pablo entre sollozos en el confesionario. "Este era mi sueño, pero no puedo", ha empezado diciendo Pablo al súper para pedir que le dejen salir de la casa.
Amor y María José, que han visto la escena, se han enfrentado a Maite y la guerra ha estallado a los pocos minutos de su entrada, Ambas ex concursantes le han recriminado a Maite su comportamiento y le han pedido que ayuda al joven ya que ellas tres están allí para aconsejar y no para agobiar a los que van llegando al contraclub.
Finalmente, y a pesar de que la organización ha intentado convencer al concursante, Pablo no ha aguantado la presión y ha decidido abandonar el programa y su participación en el reality. De esta forma, el contraclub se queda sin argumento al no tener a ningún expulsado entre sus paredes y tendrá que esperar una semana.