"Básicamente soy un chico de mentira", decía el primer concursante de Gran Hermano 17, Miguel Vilas. Habiéndose presentado como un modelo internacional vanidoso, el joven sorprendía a los espectadores quitándose una peluca y mostrando su verdadero yo.
Pero esto no era lo único que ocultaba Miguel. Rápidamente las redes sociales recordaron que el concursante fue relacionado sentimentalmente con Markus, concursante de la cuarta edición de ¿Quién quiere casarse con mi hijo?, que había acudido al concurso a buscar novia.
Sin embargo, según publicó La Vanguardia, amigos y compañeros del joven gallego se mostraron atónitos ya que el joven mantenía una relación sentimental con otro chico modelo, también gallego.
Entonces, Cristina Rapado afirmó que la joven pareja "siempre han querido ser famosos a toda costa". "Por fin nos vamos a forrar haciendo bolos en las discotecas y teniendo un nombre en este país", confesó Rapado que le dijo la todavía pareja de Markus, Miguel.
Asimismo, Ana, la compañera de piso de Miguel que confesó que hace más de dos años que vive con el joven y no sospechaba nada, es la hermana de Markus.