Pese que para muchos la edad es solo un número, para cientos de personas que se dedican al mundo del espectáculo esta es todo un impedimento para desarrollar sus carreras artísticas. Es el caso de Ellen Pompeo, protagonista de Anatomía de Grey durante la friolera de 12 temporadas en las que muchos de sus compañeros de reparto han abandonado la ficción en búsqueda de nuevos retos profesionales.
Tal y como ha confesado la actriz estadounidense a People, su decisión de seguir interpretando a Meredith Grey durante tanto tiempo se basa "única y exclusivamente en la edad". "A los 33 años ya era lo suficientemente inteligente para darme cuenta que se me estaba pasando el arroz para la industria de Hollywood", declara
Pompeo es consciente de haber empezado su carrera muy tarde, ya que consiguió debutar en la industria a los ventitantos y admite que si hubiera sido más joven “probablemente habría buscado otras cosas" más allá de Antomía de Grey. "Sin duda, era consciente de lo difícil que sería encontrar otros proyectos casi a los 40 años", destaca.
Tal fue su temor que Ellen decidió seguir pasando consulta en el drama que en España emite Divinity hasta que la serie aguantase en antena, algo de lo que afirma no arrepentirse. "¿Por qué iba a dejar un proyecto con tanto éxito donde cobro tan bien para buscar otra cosa? Decidí quedarme en la serie y estar siempre agradecida a ella, intentando disfrutar la ficción todo lo que sus creadores me lo permitan. Me alegro mucho de haber tomado la decisión de quedarme", declara.
Pese a lo beneficioso de seguir interpretando a la doctora Grey, Ellen Pompeo afirma con total sinceridad que verse envejecer en televisión es muy "miserable" y algo que considera "la parte más dura" de su trabajo. "Pese a ello, por muy incómodo que sea verme envejecer, no es sano centrarse simplemente en la apariencia fisica. Es algo que todos hacemos, pero no creo que sea lo mejor. Cuanto más envejeces, más te das cuenta de que las apariencias no son lo más importante en la vida. Todo el mundo crece".