“Me encanta que me copien”. Con esta peculiar frase, Bertín Osborne ha dejado caer que la periodista Susanna Griso le ha copiado el programa. Se refiere a Dos días y una noche, el espacio que la presentadora de Antena 3 estrenó hace dos semanas y donde entrevista a personajes famosos de la cultura y la política. Con esta peculiar frase, Bertín Osborne ha dejado caer que él inventó la entrevista en televisión.
Ni Susanna Griso ha inventado nada en su nuevo programa, una versión del formato internacional Sleeping with the stars, ni Bertín Osborne ha renovado el género de las entrevistas por llevarse a los personajes a sus casas. Poco o nada tienen que decir estos formatos de innovación, aunque uno de ellos acepta las comparaciones más que otro.
La entrevista siempre ha estado relacionada con la televisión en cuanto a que es un género periodístico. Si bien es cierto que de un tiempo a esta parte han evolucionado mucho más y se ha puesto de moda la famosa entrevista reportajeada que tanto hemos visto en televisión.
Hay que echar la vista atrás a los años 80 para ver el verdadero germen de este género en España. Julia Otero fue una de las precursoras de la entrevista pausada y sin prisas. En el programa La luna de TVE la periodista consiguió a los famosos más buscados del panorama nacional en el poco tiempo que duró en el aire.
Llegaron las privadas a principios de los años 90 y la televisión se alteró. Los ritmos ya no eran los de antes. A la televisión se le exigía viveza y rapidez. Mucha actualidad y poco análisis del contenido. Las entrevistas calmadas alrededor de una mesa ya no tenían mucho sentido. Aún así, surgieron espacios como La noche abierta a finales de los 90 con Pedro Ruiz, Ratones coloraos con Jesús Quintero en las autonómicas y su remake en TVE El loco de la colina.
Llegó una nueva horda de periodistas y a finales de la década pasada Jordi Évole daba un paso más en la entrevista con Salvados. Aunque el programa que se estrenó nada tiene que ver con lo de ahora, el periodista quiso llevar la información a la calle y preguntar al responsable del asunto en su territorio. La entrevista cobraba un nuevo sentido en televisión.
A partir de ese momento cada uno ha ido aportando ciertos toques con los que crear su propio formato. En 2010 se estrenaba en TV3 el programa El convidat, un espacio de entrevistas con Albert Om en el que el presentador pasa todo un fin de semana con su entrevistado. En 2014 nacía Viajando con chester de la mano de Risto Mejide, donde un sofá se convertía en un testigo y protagonista más de la conversación que surgía entre dos invitados. Risto se mudaba el año pasado a Antena 3 con Al rincón. El pasado año se estrenó En la tuya o en la mía, con Bertín Osborne como anfitrión o invitado a las casas de los famosos durante unas horas. Hace unas semanas llegaba Dos días y una noche con Griso.
Muchos programas de entrevistas y ningún dueño de la misma. La entrevista es un género en sí misma sobre el que se han chispeado detalles para hacer diferentes programas de televisión. La entrevista periodística existió desde el siglo XIX y pocos pueden colonizar un elemento tan extenso. Los preguntones, sin embargo, siempre existieron. ¿Qué fue antes, el huevo o la gallina? ¿Qué fue antes, Bertín Osborne o la televisión?