Cuando los periodistas Jalis de la Serna y Alejandra Andrade presentaron a la prensa el programa Encarcelados en el FesTVal de Vitoria de 2013, ambos explicaron que "la idea no era la de denuncia, pero descubrimos que había situaciones muy denunciables en la que no se respetan los derechos humanos y, tras los reportajes, esperamos que algo cambie".
Y así fue. Después de mostrar el caso de Lola, una española enferma de cáncer terminal en una prisión boliviana, y tras la recogida de más de 161.000 firmas en Change.org que pedían su traslado a España, el Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación decidió realizar gestiones para conseguir su regreso.
Era la demostración del poder de la televisión. Un poder que ha vuelto a hacerse visible esta semana cuando el ministro de Defensa, Pedro Morenés, se ha visto obligado a dar explicaciones en el Congreso sobre el caso Zaida después del reportaje de Salvados el pasado domingo.
Otra cosa ha sido la explicación, tachada por el propio Jordi Évole como "patética". "Te hacen una pregunta en el Congreso y tú lees la respuesta. Te repregunta y lees la respuesta. Así nos va. Morenés style”.
Este caso se había convertido una apuesta personal del periodista. "Era una gran apuesta por la gran injusticia que se ha hecho con la capitán Cantera durante muchos años y por el hecho de que ninguno de sus superiores haya encarado el tema pensando en su carrera militar y no reparando en lo que le estaba pasando a Zaida y a muchas Zaidas".
El Metro de Valencia
Años antes, Salvados conseguía que la Fiscalía de Valencia abriera una investigación penal sobre el accidente de Metro de 2006 después de un reportaje de Évole.
Entonces, para argumentar la denuncia, el PSOE entregó al Tribunal Superior de Justicia valenciano una grabación del programa, además las actas de la comisión de investigación, que empezó el 17 julio y concluyó el 4 de agosto de 2006.
"Se ha conseguido que un tema del que cuando preguntabas, la gente no lo recordaba, a que se hable de ello. Había triunfado la estrategia del silencio", comentaba entonces Évole.
"Ahora preguntas por ello y como mínimo la gente sabe algo más e igual que hubo alguien que quiso que todo eso no se supiese o que lo olvidáramos rápido. Es ser justos con las familias que no se conformaron y siguieron luchando. No todos estamos dispuestos a manifestarnos casi a diario cuando no te hacen ni caso. Salvados igual ha sido la culminación de un proceso muy largo de lucha de las familias, de periodistas locales, de Barret Films", añadía.