Tras la final de la cuarta edición de ¿Quién quiere casarse con mi hijo?, han surgido nuevas parejas. Sandro, Diego, David, Markus y Rafa han intentado buscar el amor, pero tan solo los cuatro primeros lograron salir acompañados.
Desde la grabación del programa, algunas de estas parejas intentaron afrontar sus respectivas relaciones, y lo consiguieron durante unos meses. Pero la convivencia a veces es dura y sin las cámaras ninguna de ellas ha logrado sobrevivir.
David y Ana fueron los que más tiempo estuvieron juntos aguantando hasta hace pocos meses
Uno de esos casos fue el de David. El hijo de la vidente María Rosa Cobo comenzó su relación con Ana el verano pasado, momento en que se grabó esta cuarta edición del formato. Ya se veía durante la gala final que eran de una de las parejas con mejor compenetración, y estuvieron juntos hasta final de año, pero finalmente no congeniaron y decidieron continuar cada uno por su lado.
Algo parecido les sucedió a Sandro y Vicente. Tras perdonarle su infidelidad con Ra durante la gala final del programa, con mariachis y llantos en una telenovela homosexual, el hijo de Rosa intentó una relación con el que fue su favorito desde el principio, pero tampoco cuajó.
Menos tiempo estuvieron Diego y Bea. Él quiso probar si estaban hechos el uno para el otro una vez las cámaras desaparecieron, pero pronto se dio cuenta de que estaba equivocados. Bea decidió quedarse en su lugar con Yasmina, que ya había confesado previamente su bisexualidad. Las predicciones de Estrella estuvieron muy acertadas en su odio a la elegida de su hijo.
Por su parte, Markus buscaba un "putón familiar", pero terminó quedándose con Rocío, que representaba solo la parte familiar. Y como no cumplía sus expectativas, la relación no continuó una vez terminado el programa.
Rafa se fue junto a sus madre, María Luisa
Mucho más claro lo tuvo Rafa en la final. El hijo de María Luisa supo que la persona ideal no estaba entre sus candidatas y prefirió irse como había venido: solo junto a sus madre. Tras echar a Delia, Sandra fue su elegida, pero llegado el momento de la "boda", el "tróspido" decidió coger de la mano a su madre y marcharse juntos.
Rafa dejó muy claro que era el final de la historia. A pesar de haber tenido buen feeling con Sandra, cuando Luján Argüelles preguntó si ese plantón era un "punto y final" o un "punto y aparte", no dudó en responder la primera opción.
La edición con mejor share de la historia
Cupido no ha triunfado este año en ¿Quién quiere casarse con mi hijo?, pero no ocurre lo mismo con las audiencias. El programa ha acertado de pleno en esta edición con un descanso de más de un año respecto a la anterior entrega, lo que ha servido para que sus datos vuelvan a crecer.
El programa ha conseguido una media del 12,3% de share, el mejor dato de toda su historia en cuota de pantalla. En cuanto a espectadores, se ha quedado muy cerca del récord de 2 millones que sigue manteniendo la segunda edición con 1,9 millones de fieles.