El divineo llegó a ¿Quién quiere casarse con mi hijo? aunque se puede perder con facilidad. Y si no que se lo digan a Sara, que además de ser expulsada se fue con uno de sus peores momentos vomitando en la piscina de Rafa.
Pero si esta entrega fue especial fue por ver volver a algunas de las candidatas expulsadas. La repesca se dejó notar y a algunos, como a Sandro, les encantó la idea de volver a ver a pretendientes descartados.
Menos convencido se sintió Markus, que se llegó a enfadar con su madre, MJ, por volver a traer a Lara. "Sigue siendo muy alta para mí", y así era, ya que fue expulsada al poco de regresar.
Pero si de visitas especiales se trata, hay que hablar de Bernardo. Uno de los amigos de Diego explicó el juego que da su nombre y cómo se sentaba con sus amigos a derivar su nombre.
Por su parte, David no supo aprovechar el tiempo a solas que le dejó su madre con sus pretendientas. En lugar de disfrutar de ellas, se echaron la siesta.