En tierra hostil ha visto la luz en medio de una estrategia por parte de Atresmedia que aún no sabe en qué cadena emitirla. Dependiendo de las audiencias, irá a parar a Antena 3 o a laSexta, pero visto el resultado en pantalla queda muy claro que es laSexta la que se debe quedar con ella porque reúne todos los ingredientes que su público habitual suele buscar.
El primer programa demuestra las intenciones de estas diez entregas que formarán la temporada. Jalis de la Serna viaja hasta el Congo para mostrar de primera mano el negocio que supone el tráfico del coltán, un mineral muy valioso para la fabricación de teléfonos móviles que se obtiene casi en su totalidad en este país africano.
Desde el primer momento, En tierra hostil consigue ser una lección de periodismo que no solo muestra lo que ocurre en el Congo sino que lo denuncia y conciencia a los espectadores, metiéndoles dentro de la historia a sabiendas de que todo el mundo utiliza móviles que se pueden fabricar gracias a métodos muy criticables.
No es fácil conseguir algo así. Cuando se planteó la idea de En tierra hostil, cabía pensar que podía estar muy alejado de la empatía del espectador con temas desconocidos o poco cercanos en la distancia. Pero el programa consigue superar con creces esa barrera haciendo cómplice a la audiencia.
Un primer reportaje al que le cuesta arrancar
A la primera entrega de En tierra hostil le cuesta "entrar en faena". Las mayores críticas que se pueden hacer son en este sentido ya que, a pesar de tratarse de un documento periodístico, el programa no puede olvidar que está hecho para un prime time -y en este caso, de Antena 3- y debe tener mayores dosis de entretenimiento.
'En tierra hostil' peca de teatralidad en algunos momentos
La primera parte del reportaje es bastante lenta e incluso aburrida en algunas ocasiones. No es hasta la mitad del mismo cuando consigue remontar en el camino hacia las minas de coltán y con la posterior muestra de todo lo que ocurre allí.
En tierra hostil también peca de teatralidad en ciertos momentos. Precisamente para conseguir que sea más atractivo y lograr un entretenimiento mayor, el equipo exagera algunas situaciones para que parezcan más peligrosas de lo que en sí son.
No hay duda de que tanto Jalis de la Serna como Alejandra Andrade han corrido peligro en estos reportajes. Pero uno de los elementos que vende este formato es la realidad y no es necesario recurrir a herramientas que, en ocasiones, pueden llegar a sacar al espectador de la historia si no están bien montadas.
Un documento periodístico más elaborado que Encarcelados
En tierra hostil llega un año después de Encarcelados, formato de donde parte la idea. El equipo de aquel programa decidió hacer un concepto superior y lanzarse a denunciar no solo las condiciones en las que españoles vivían en el extranjero sino situaciones irregulares alrededor de todo el mundo.
El resultado ha sido radicalmente distinto y claramente mejor. Encarcelados era un muy buen programa pero corría el peligro de, en algunas entregas, resultar repetitivo al tratar siempre el mismo tema en distintas localizaciones.
En tierra hostil parte de un concepto que le hace huir de cualquier idea de repetición. Es una idea mucho más arriesgada pero bien llevada a cabo. Cada una de las entregas supondrá un apuesta diferente por sí misma, algo que puede ser positivo o negativo. El tema en cuestión y la manera en que esté tratado será clave para el interés de la audiencia.
Concretamente esta primera entrega emitida por Antena 3 trata un asunto que, de primeras, no parece muy atractivo. Pero la manera en que está tratada hace que llegue al espectador que consigue quedarse, al menos, hasta la mitad del reportaje. En palabras del equipo, este no es el mejor programa de En tierra hostil, por lo que los que quedan aún por ver podrían ser grandes muestras de periodismo y, esta vez sí, de entretenimiento.