En el trabajo, en los bares y hasta en el instituto. Hoy todo el mundo habla de Rafa Castaño. El sevillano hizo historia este jueves al convertirse en el ganador del bote más alto de la historia de Pasapalabra. Y lo hizo por todo lo alto, resolviendo el rosco del tirón ante una audiencia de récord en el prime time de Antena 3: casi cinco millones de espectadores vieron su gesta, lo que se tradujo en un estratosférico 37,4% de share.
Abrumado pero feliz, el concursante atiende la llamada de BLUPER horas después de la emisión del programa en el que gana un premio de 2.272.000 euros, una cifra que supera a los 2,1 millones que logró Eduardo Benito en 2006. Sin embargo, Rafa no podrá disfrutar de todo el premio porque la agencia tributaria se llevará casi la mitad. ¿Lo considera justo?
"Así es la ley. Soy un beneficiario de la sanidad pública y creo que sería injusto sentirme mal por pagar esa cantidad a Hacienda. Yo me quedo con 1,2 millones de euros aproximadamente, así que la gente no se preocupe por mí, que yo estoy encantado", responde rotundo este periodista, que invertirá el premio "de forma sensata". Por cierto, lo primero que hizo tras llevarse el bote fue ver los primeros dos capítulos de la segunda temporada de la serie The White Lotus. "Me di un homenaje", asegura.
[Quién es Rafa Castaño, el periodista que ha ganado el bote de Pasapalabra]
Castaño también tiene palabras bonitas hacia Orestes Barbero, su rival y amigo con el que ha peleado durante 197 tardes, y al que ni siquiera dio opción de jugar este jueves. "Sería injusto que Orestes siguiera en Pasapalabra jugando por un premio de 100.000 euros", dice con el deseo de volver a ver al burgalés en la pugna por un bote similar al que ha logrado.
Enhorabuena, Rafa. ¿Cómo estás?
¡Muchas gracias! Bueno, estoy un poco abrumado con tanta atención (risas).
¿Con quién y donde viste el programa?
Lo vi con mis padres. Fue bastante emocionante, la verdad.
¿Ha sido difícil mantener el secreto de tu victoria?
Ha sido más complicado para mis padres y mi hermano, que no están acostumbrados a este tipo de preguntas, porque a mí, si me para la gente por la calle yo les digo: '¿Cómo ha ido?'. Y yo les respondo: 'No te puedo decir que no lo sé, pero sí sé que no te lo puedo decir. Ya lo sabrás'.
Fuiste capaz de resolver las 25 palabras del rosco en un tirón. ¿En qué momento supiste que el bote era tuyo? ¿Al resolver la 'Z'?
Ni siquiera entonces. Es verdad que cuando digo 'zabro' es porque creo que es, pero hasta que Roberto no dice que sí y cae el confeti no sabes lo que va a pasar. Estaba casi seguro de que casi seguro era, pero necesitaba ese 'sí' para terminar de estarlo.
¿Sentiste en algún momento que te estabas enfrentando a uno de los roscos más sencillos?
Yo creo que desde que se superó el bote histórico, los términos enciclopédicos eran ciertamente asequibles tanto para mí como para Orestes, y no en todos los programas. De vez en cuando, como que lo abrían un poquito. Yo me preparé mucho esa semana porque vi que el bote estaba cerca [Orestes se quedó el martes a una palabra].
Esta ha sido tu cuarta etapa concursando en Pasapalabra, después de participar tres veces cuando se emitía en Telecinco. ¿Conseguir el bote es el mejor reconocimiento a tu trabajo?
Ganar el premio certifica todo ese esfuerzo que has hecho, pero sería injusto decir que ese es el reconocimiento porque sería decir que Orestes no se ha esforzado. Es decir, esto es como en las carreras de 100 metros lisos en las que el ganador lo hace porque es dos centésimas más rápido el segundo, y es completamente igual de rápido. Así que más que un reconocimiento, es una alegría. Llevarte el bote o no es una cuestión de saber, pero también de tener la suerte de que te toque.
Tus primeras palabras fueron para Orestes, que automáticamente queda fuera del programa al conseguir tú el bote. ¿Crees que esta norma es injusta y que hay que cambiarla?
Creo que por un lado es bastante doloroso para el que se va, sobre todo si has tenido muchas opciones de llevarte el bote, pero por otro lado, considero que sería injusto que Orestes siguiera en Pasapalabra jugando por un premio de 100.000 euros. No se lo merece, sino un bote como el que yo me he llevado mínimo. Lo más justo para él es que cuando pasen los años y haya un bote alto, lo llamen de nuevo.
En más de una ocasión has dicho que si ganabas el bote lo emplearías en "hacer cosas no para ganar dinero, sino por placer". ¿En qué te vas a gastar el premio? ¿Qué es lo primero que te has comprado?
Pues lo primero que he hecho no ha sido comprarme nada, sino ver los dos primeros capítulos de la segunda temporada de The White Lotus. Fue un descanso y un homenaje que me vi porque en el último año de mi vida, todos los ratos libres he estado estudiando para el rosco y me merecía un rato libre, no pensar en nada más y estar tranquilo. Respecto a lo que voy a hacer, de momento, los primeros meses servirán para pensar bien las cosas, y luego ya se verá. Evidentemente, con la edad que tengo creo que es una buena idea invertirlo de forma sensata para vivir con tranquilidad.
¿Invertirás en alguna propiedad?
Comprarme una propiedad tampoco, porque al final por cómo están los precios, me dejo medio bote (risas). Ya se verá, creo que invertiré en varias cosas.
"Soy un beneficiario de la sanidad pública y creo que sería injusto sentirme mal por pagar esa cantidad a Hacienda".
Ingresarás 2.272.000 euros en tu cuenta bancaria, pero Hacienda se lleva casi la mitad del premio. ¿Te parece justo el porcentaje que tienes que pagar?
Así es la ley. Al igual que acepto las normas de Pasapalabra, acepto las normas de nuestro país. Soy un beneficiario de la sanidad pública y creo que sería injusto sentirme mal por pagar esa cantidad a Hacienda. Yo me quedo con 1,2 millones aproximadamente, así que la gente no se preocupe por mí, que yo estoy encantado.
Roberto Leal vivió tu hazaña muy emocionado. ¿Cómo ha sido la relación que has mantenido con el presentador durante todo este tiempo?
Muy cordial. Creo que tanto conmigo y Orestes, él ha sido una persona muy cercana, amable y ecuánime. Nuestra rivalidad entre Betis y Sevilla ha dado algo de juego al programa. Le guardo mucho cariño, es un presentador maravilloso para Pasapalabra. Parte del éxito del formato es porque él está a los mandos. Lo está haciendo muy bien.
Casualidades del destino, participaste junto a Orestes en El tirón, el programa que se inventó Telecinco después de la suspensión de Pasapalabra. Y justo ahora, te llevas el bote del tirón...
He visto un meme en el que salía en El tirón, ha sido como una premonición (risas).
¿Te ha felicitado Christian Gálvez?
Si te soy sincero no sé si me ha escrito o no, porque como están siendo unos días de locos, no sé cuántos mensajes de WhatsApp tengo sin abrir. No sé ni siquiera cuánta gente me ha escrito. Iré respondiendo poco a poco.
¿Cuál ha sido tu método de trabajo en todo este tiempo?
ANKI, la misma aplicación que utilizó Pablo Díaz para estudiar. La hemos usado tanto Orestes como yo. Todo el mundo se la puede descargar, en iPhone cuesta 30 euros y en Android es gratuita. Puedo asegurar que funciona.
Te has 'colado' durante casi 200 tardes en millones de hogares españoles. ¿Cómo llevas esta enorme popularidad?
Yo llevo saliendo en la tele con otros concursos, pero es verdad que esta exposición no la había tenido nunca. Me hace sentir un poco incómodo, pero entiendo que se me irá pasando.
¿Volverá a verte la audiencia en otro programa en un futuro próximo?
De momento, lo que quiero es el anonimato (risas). Y luego ya veremos.