"¿Miedo? Cero. Miedo me da tener una enfermedad, no hacer un programa de televisión". Carlos Latre estrena este lunes Babylon Show, el programa con el que Telecinco entra de lleno a la batalla del access prime time, donde coincidirá con El Hormiguero de Pablo Motos y la nueva Resistencia de David Broncano.
Lo hará con un espacio que pretende ser irreverente y gamberro, y que bebe, en cierta medida, de la libertad que daba Sardà a sus colaboradores en Crónicas Marcianas. Al igual que su "padre televisivo", Latre ha querido rodearse de los "mejores" y asi convertirlos en 'babilonios' como en su día lo fueron los 'marcianos'. "Soy un enamorado del talento", asegura.
El cómico desvela en esta entrevista lo que le dijo Pablo Motos cuando le contó que se iba a la cadena rival, y la conversación que tuvo con Broncano. Babylon Show estará producido por BigBoom Producciones, una nueva compañía que ha nacido de la interesante fusión entre Ertal Entertainment y el Grupo Starlite.
¿Mediaset te buscó a ti?
Sí, me llamaron. Estaba muy ilusionados de que volviera a casa, era como la vuelta del 'hijo pródigo'.
¿Propusiste varias ideas?
Siempre propusimos Babylon Show. Yo ya lo tenía en la cabeza desde hace mucho tiempo. Yo le planteé este formato en una de las últimas conversaciones que tuve con Chicho [Ibáñez Serrador] y él me dijo que había que hacer un programa en el que todo sea posible, con el espíritu del Un, dos, tres y Crónicas Marcianas. Xavier Sardà y Ferrán Adrià son mis otros gurús, me dieron claves que se van a reflejar.
¿Y por qué el nombre de Babylon?
Fue idea mía. Lo que tenía claro que el sitio tenía que ser un ambiente, como nos pasó en Crónicas donde éramos los marcianos. Ahora somos los babilonios, una civilización que era la locura, el desenfreno, el cruce de caminos... Lo hemos pintado de buen rollo y positividad.
¿Te pensaste mucho aceptar la oferta?
Sí. Lo primero que les dije [a Mediaset] era que tenía que ser algo muy atrayente, pero no económicamente, porque estaba en los dos mejores programas de la televisión, como jurado de Tu cara me suena tras doce temporadas y en El Hormiguero. Surgió esta oportunidad, me pareció muy arriesgada y como soy un loco...
"Hay una gran distancia entre lo que la gente piensa, pero que no se atreve a decir, con lo que pasa en televisión"
Un poco kamikaze también.
O no. Es sólo televisión. Llevo 25 años en este medio. Me ha ido bien, mal, he vuelto... No pasa nada. Estoy convencido de que hay sitio para todos y de que llega en un momento muy propicio. Es una franja que tiene un público potencial de casi 15 millones de espectadores. No me da nada de miedo. Cero. Miedo me da tener una enfermedad, no hacer un programa de televisión.
¿Pero te dio miedo decírselo a Pablo Motos por cómo se lo iba a tomar?
No, porque sabía que iba a reaccionar exactamente cómo reaccionó. Con Pablo siempre he tenido un rollo maravilloso y me dijo: 'Esos trenes pasan una vez en la vida, como me pasó a mí. ¿Cómo no lo vas a coger? Me sabe muy mal porque te voy a tener enfrente y eres ADN Hormiguero. Pero es ley de vida. Que te vaya muy bien'.
Ahora pelearéis por los invitados. ¿Crees que esto puede generar cierta tensión entre vosotros?
Él me dijo una frase definitiva: 'Esto es tele, y vamos a hacer televisión los dos. En lo personal estoy aquí hasta el último de mis días'. Y es así. Creo que es sano, es bueno. No pasa nada. Vamos a hacer un programa completamente diferente y lo que voy a buscar es que la gente tenga una opción que no encuentren en El Hormiguero.
¿Telecinco te ha prometido paciencia?
Sí. Desde el principio. A Manuel [Villanueva] y a Jaime [Guerra] les conozco desde hace 25 años. Estoy muy agradecido porque se nos ha tratado con un cariño maravilloso.
"Broncano y yo somos los 'últimos de Filipinas'. Hay que ser realista. Pablo Motos es historia de la televisión"
¿Está sobre la mesa hacer más proyectos con Mediaset?
Sí. Este es el primero de muchos. Desde el principio ha habido un feeling especial con BigBoom [productora que nace de la fusión entre el Grupo Starlite y Ertal Entertainment]. Nos entendemos muy bien, somos muy creativos y tenemos muchas ganas de entretener en una época en la que la gente necesita pasárselo bien, que estamos todos muy cabreados.
¿Os habéis puesto límites? ¿La cadena os ha dado libertad?
No. Hay una gran distancia, y cada día más, entre lo que la gente piensa en la calle y dice en sus casas, pero que no se atreve a decir, con lo que pasa en las redes y en televisión. Todo tiene que ser polite [educado], todo tiene que ser 'digo esto, porque sino dirán esto'. Los políticos han perdido la verdad.
Y lo vi con reencuentro de Crónicas Marcianas. Muchos comentarios coincidían en que era el programa de la libertad, donde se podía hacer de todo. Telecinco nos ha dicho que tenemos libertad absoluta y que nos volvamos locos. Hay que ser un poco transgresor y gamberro.
¿Has podido hablar con David Broncano tras saber que vais a ser rivales? ¿Qué os habéis dicho?
Sí, sí. Que nos lo pasamos muy bien y que somos los 'últimos de Filipinas'. Hay que ser realistas. Pablo es Pablo. Es historia de la televisión, lleva 18 años siendo líder y tiene al lado a Jorge Salvador, que es el tío más listo de la tele. Es admiración absoluta. A David y a mí nos han dado la oportunidad, vamos a pasarlo bien y a ver qué pasa.
Sé la dificultad y el desierto por el que vamos a pasar. Primero, porque ya estamos prejuzgados. Yo no había dicho nada del programa y ya estaba muerto, sentenciado y enterrado. Tengo claro lo que pasa por delante. Vale, tranquilos. Lo que voy a intentar es no mirar a los lados y no ver lo que hacen Pablo y David, sino que mi objetivo es crear el ambiente Babylon, que la gente conozca a los colaboradores, nuestro estilo e idiosincrasia.
"Yo no había dicho nada del programa y ya estaba muerto, sentenciado y enterrado"
¿El hecho de estar prejuzgado puede resultar siendo una ventaja con el tiempo?
En dos días la gente ya se ha sorprendido. De repente, han dicho ¿Luis de la Fuente?
Igual no era el invitado que se esperaba...
A lo mejor también forma parte de la estrategia, sabiendo como es España. Calma.
¿Te has marcado algún objetivo de audiencia sabiendo la competencia que tienes enfrente y con el precedente que hay de Cuentos Chinos?
La audiencia tiene que estar en el punto de mira porque, al final, mide todo. Pero la gente no tiene ni idea de audiencias, shares, ratings e historias. Yo no creo en eso. La audiencia se mide en la calle. Con el Inimitable de Movistar Plus+ sé que ha ido bien porque he recibido muchos mensajes. En la calle se hablaba de Crónicas Marcianas, Me resbala o Señoras que... [Neox]. Un programa trasciende a las audiencias si la gente consigue que hable de él.