Desde hace unos meses, en Y ahora Sonsoles se está dando peso a personas que acuden a plató a contar sus testimonios y a que el programa les ayude de algún modo, dándoles visibilidad. Fue el caso de Sadie y Antonio, que este jueves, 8 de agosto, un padre y un hijo que no se conocían.
Al parecer, la expareja de este hombre y madre del niño "le negó" esa posibilidad. Así, el joven, de 23 años, no sabía nada de su progenitor, pero eso cambiaria esta tarde. "De una manera u otra, en la medida de lo posible, traté de hacer un acercamiento. No ahora, en años pasados, y no se pudo", contó el invitado a Pepa Romero.
La persona que propició este encuentro fue la abuela del chico, que llamó al programa vespertino de Antena 3 para ver qué podían hacer. "Continué con mi vida y nunca perdí la esperanza de que esto ocurriese", reconocía Sadie, que no dudó en explicar por extenso su historia.
Este se enteró del estado de la madre de Antonio, charlaron y estuvo "a su lado" durante seis meses del embarazo. Según Sadie, de un momento a otro, esta mujer "desapareció". Tras el parto, hubo un pequeño acercamiento, pero pasado un tiempo nunca más volvieron a verse: "No quería que participase de esa situación".
Incluso el entrevistado se alió con un "intermediario", Óscar, su mejor amigo, y ambos emprendieron un viaje para buscar a la progenitora de Antonio. Mientras relataba su vivencia, el hombre se emocionaba, pensando en que se había "perdido todo" de su hijo: infancia, adolescencia, primeros años de juventud...
En determinado momento, la presentadora de YAS Verano salió del 'set' con el fin de recibir a Antonio. Las cámaras de Atresmedia captaron a un chico nerviosísimo, con un semblante tremendamente serio y que apenas podía dirigirle la mirada a Romero.
De hecho, Antonio estaba hasta enfadado, pues ya había consensuado con su abuela que el encuentro no se produjese en un plató de televisión. "De esta forma, ya habíamos hablado que no, pero...". Ya sí, el chico accedía a plató y veía por primera vez a su padre.
Los dos se fundieron en un caluroso abrazo, al tiempo que Sadie le decía a su hijo: "Aquí estamos para lo que haga falta". La conductora sustituta de Sonsoles Ónega se echó a llorar también, al presenciar tan emotiva escena: "Perdón, yo también me emociono".
Minutos más tarde, Antonio asumía que el no conocer a su padre era un pesar que siempre había "llevado por dentro". A esto se sumaba el estar "abrumado" por estar en televisión.