Carlos Latre está de celebración. Este 23 de julio, Movistar Plus+ estrenará el show especial que hizo para conmemorar sus 25 años sobre los escenarios. Carlos Latre: Inimitable se ha grabado en el emblemático teatro Nuevo Alcalá de Madrid y ha reunido a figuras tan distintas como Susi Caramelo, Camela, Estopa o Santiago Segura. “Sabía que quería dedicarme a esto, pero nunca esperé que fuese de esta forma”, comenta ilusionado el showman a BLUPER.
En 1999, con apenas 18 años, un joven Carlos Latre iniciaba en la radio su trayectoria en los medios de comunicación. Solo unos meses después ya formaba parte de uno de los programas de televisión de más éxito de la historia de la televisión española: Crónicas marcianas. Gracias a sus camaleónicas imitaciones de personajes como la Pantoja de Puerto Rico, la bruja Lola o Bisbal y a su carisma interpretando a personajes originales como la becaria Bea, a su participación en este espacio le seguiría una prolífica carrera en la pequeña pantalla.
A lo largo de su trayectoria, Latre ha compaginado sus participaciones en programas y series líderes de audiencia como La escobilla nacional, El Hormiguero o Tu cara me suena con largas giras teatrales. Además, su talento le ha llevado a Estados Unidos, convirtiéndose en el primer cómico español en trabajar en la CBS junto a James Corden. En la próxima temporada televisiva, tendrá el reto de competir contra sus antiguos compañeros del programa de Pablo Motos y contra David Broncano, al liderar un nuevo espacio para el access prime time de Telecinco.
25 años de carrera cuya celebración contó con la presencia de su hija Candela, quien cantó y demostró que el talento y la vocación los ha heredado. “Sólo le he aconsejado que disfrute y se lo pase bien, como me dijo en su momento Javier Sardà. Eso sí, que aproveche su juventud también aprender y formarse. Eso es esencial”, reconoce el humorista en una entrevista concedida a BLUPER.
- ¿Te imaginabas hace 25 años todo el recorrido que has tenido y que te queda por tener?
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Era el deseo. Tenía clarísimo que quería dedicarme a lo que hago ahora. ¿De la forma que ha sido? Bajo ningún concepto lo esperaba. Xavier Sardà siempre me denomina como un caso de Hollywood. Me han pasado una serie de casualidades que parecía que había sido tocado por una varita mágica y que nunca me hubiera esperado. Hablo de gente que me ha ayudado un montón, mis ángeles televisivos. De Sardà, de Chicho [Ibañez Serrador], de Mainat [Joan Ramón] y de tantos otros súper profesionales que, desinteresadamente, han confiado en mí y en mi talento.
La verdad es que ha sido un camino muy bonito, lleno de luz, sin olvidar que también ha habido alguna sombra, que es lo que me ha hecho agarrarme al suelo. Han sido 25 años de cariño por parte del público, 25 años de mucho apoyo de muchos compañeros y profesionales, 25 años de aprendizaje que han pasado demasiado rápido. Tengo la sensación que todo lo que he aprendido durante estos 25 años han sido para este momento.
"Gente como Sardà, Chicho o Mainat han confíado en mí y en mi talento"
- ¿Cómo has logrado ser un rostro tan transversal? Entre las figuras que te felicitan están desde Camela o Estopa hasta Jimmy Fallon.
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Siempre he sido como muy yanki’ en lo referente al show business. Allí lo conciben desde lo multidisciplinar. Todos los artistas saben cantar, bailar, presentar, realizar eventos y muchas más cosas. Claro, para eso hay que formarse. Eso lo tuve claro desde el principio, cuando acabó Crónicas marcianas, que partía de la intuición, la improvisación, la buena suerte y todo lo que se le quiera añadir.
Después de eso, comencé una larga formación que pasó por Shakespeare, por Londres, por el teatro clásico, por Nueva York, por el ballet, por la escuela Alvin Ailey, por el canto lírico y por tantas disciplinas que, luego, han confluido en mi carrera. Pero, insisto, hay un punto de suerte que se me ha cruzado en mi camino. Que a Xavier Sardà, Ferrán Adrià o a Antonio Banderas y otra tanta gente no sólo les haya caído bien, sino que viesen en mí a un talento y que, de ahí, naciese una amistad fructífera.
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“Estos 25 años han sido el colegio, el bachillerato y la univseridad. Ahora tengo todo el conocimiento para que empiece lo bueno”
- ¿Quizás la ambición era, simplemente, el compartir y vivir buenos momentos?
- Sí, es lo que soy yo. Siempre me comparo con Cortocircuito, aquella película de los años 80, en la que el robot protagonista decía: ‘¡Datos! ¡Necesito datos!’ Pues yo soy lo mismo. Estoy en un continuo aprendizaje. Estos 25 años han sido el colegio, el bachillerato y la universidad para mí. Me da la sensación de que ahora tengo todo el conocimiento y la formación para que empiece lo bueno.
- ¿Cómo valoras tu evolución profesional en estos 25 años?
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Me encanta echar la mirada hacia atrás, ver lo inexperto que era. Pero también me gusta ver lo osado y valiente que era. Siempre he sido un temerario, no me ha importado lanzarme a la piscina aunque no hubiera agua. Decía que algo pasaría y así sucedía. Era confiar un poco en el destino y la suerte. Eso está genial, tanto para bien o para mal, dado que aprendes muchísimo.
Yo soy imitador y lo seré siempre. En Estados Unidos, uno puede ser más multidisciplinar, pero en España se tiende a etiquetar más. Por supuesto, soy el imitador absoluto, pero he ido ofreciendo al público cosas que no sabía que yo tenía. De repente, había shows en directo, espectáculos en los que canto. A día de hoy, aún me dicen: ‘¡Ah! No sabía que cantabas’. Al final, doy a la audiencia un abanico de diferentes disciplinas e intento ser un artista de lo más completo. Intento hacer cualquier cosa y, sobre todo, hacerla bien. Soy muy exigente conmigo mismo, incluso de una forma obsesiva.
- Es que has tenido tantos personajes icónicos, la becaria Bea o la Pantoja de Puerto Rico.
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La becaria Bea fue un icono y la Pantoja de Puerto Rico también, que salió de la casualidad más absoluta. Estalló el caso Malaya y Sardà me pedía que imitara a Isabel Pantoja. Jorge Salvador me dijo que tenía que hacer a la Pantoja. Yo les decía que no me salía, pero que sabía hacer a la Pantoja de Puerto Rico. Sardà no sabía quién era, pero Jorge sí se acordaba de su Se me enamora el alma.
Me dijo: ‘Venga, vamos a hacerla’. De repente, aparezco de aquella guisa y fue un boom. Fue una revolución. Siempre comentó que yo tenía sólo un fragmento muy pequeño de lo que Javier Cárdenas había hecho en Miami con la Pantoja de Puerto Rico. Con lo cual, me tuve que inventar la mitad de las palabras como ‘¿Y eso?’ ‘El míster DJ’ o hablar así con la ese. Todo era invención mía.
“Cuando llegó la auténtica Pantoja de Puerto Rico a España, tuvo que aprenderse lo que yo decía en sus imitaciones. La gente le decía que no lo hacía bien. Era una locura”
- En Crónicas marcianas eras colaborador. Pero después has pasado a ser presentador en varios proyectos. ¿Cómo has vivido esa evolución?
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En España, la gente tiende a pensar que el presentador tiene que ser una figura seria, como una especie de institución. Yo no creo en eso. O sea, en Estados Unidos, Corden se lanza por el suelo, se disfraza, baila y canta. Todos los artistas van al Saturday Night Live, desde los más humorísticos a los más series, donde hemos visto a una estrella como Alec Baldwin imitar a Donald Trumpo. Jimmy Fallon invita a Leonardo DiCaprio o a Robert De Niro y les hace participar en gags humorísticos.
En el Reino Unidos, Tom Hanks se ha puesto a hacer de Forrest Gump o Will Smith ha bailado con su hijo el baile de Carlton con It’s Not Unusual de El príncipe de Bel Air. Durante mucho tiempo, hemos tenido a la figura del presentador un poco encorsetada. No quiero de ser yo mismo por mucho que presente un programa. Ese es un poco mi objetivo. En este especial, se va a ver perfectamente que yo estoy con mis amigos en un escenario, rodeado de compañeros y, sobre todo, darle al público un espectáculo auténtico.
- En estos años has compaginado tus colaboraciones en El Hormiguero con tu puesto de jurado en Tu cara me suena. ¿Cómo has conseguido mantenerte en dos de los programas con mayor éxito de la televisión?
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He tenido mucha suerte. Ha sido un cruce de caminos y ha sido espectacular. Son todos un poco hijos de Crónicas marcianas. Son herederos de ello por la forma de hacer televisión que era Crónicas. En el caso de Tu cara me suena, es la misma productora, Gestmusic. En el de El Hormiguero, es de gente como Jorge Salvador, que fue núcleo duro de Crónicas marcianas.
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“Tanto ‘El Hormiguero’ como ‘Tu cara me suena’ son hijos de lo que fue ‘Crónicas marcianas”
- ¿Es verdad que Tu cara me suena ha sido uno de los formatos que más te ha marcado en tu vida profesional?
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Sí. Recuerdo que me llamó Tinet Rubira, que es otro de mis maestros en la televisión. Me dijo: ‘tengo un formato para ti’. Yo estaba intrigado. ‘Sí, quiero que seas jurado de un programa que va a llamarse Tu cara me suena, que es hijo también de Lluvia de estrellas, uno de los formatos míticos de Antena 3. Pero va a ser un programa original, en el que famosos imitarán a otros famosos. Quiero que seas jurado’.
Yo le respondí: ‘Pero, ¡cómo voy yo a juzgar a nadie!’ Él me dijo: ‘tranquilo, confía en mí. Si hay alguien validado para juzgar la imitación de un compañero, eres tú. Te va a hacer mucho bien, vas a salir a cara descubierta’. Y sí, me cambió la vida. Lo hizo porque llegamos a un entretenimiento 360. Coincidí con mi querido Àngel Llàcer desde el principio, mano a mano los dos. También estaba Manel Fuentes, que había estado ya en Crónicas marcianas, con Tinet y un equipo espectacular.
Tu cara me suena es el programa más vendido de la historia de España. Es el formato que, actualmente, sigue siendo el más visto de la televisión. Engloba todo lo que debe ser el entretenimiento. Chicho [Ibáñez Serrador], que era el rey del entretenimiento por antonomasia en este país, alababa a Tu cara me suena. Dijo que era hijo de Un, dos tres, que era una evolución de ese entretenimiento familiar, blanco, fresco y talentoso. Porque eso es lo esencial, que el talento esté presente.
- Tu hija Candela canta también en el show de Movistar Plus+, ¿qué consejos le has dado para enfrentarse a la profesión?
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Que se lo pase bien, que es el consejo que me daba Sardà. Antes de entrar al plató, me decía siempre lo mismo. Ocurra lo que ocurra, que disfrutara, porque si lo hacíamos nosotros, eso se transmitía al público. Yo le digo que es muy joven y que aproveche para aprender, para formarse y para disfrutar. Sobre todo, que sea inimitable. Siempre le digo eso y eso que lo pronuncia un imitador.
Le digo: ‘No hay nadie como tú’. Cada uno de nosotros somos inimitables, únicos y diferentes. Como me decía la gran Martirio: ‘en la vida, hay que ir por caminos por los que no haya pisadas, por tránsitos individuales’. Al final, hay que sacar la mejor versión de uno mismo y lo demás debe servir de referencia. No me gusta mucho seguir las modas, porque creo que cada uno de nosotros tenemos muchos valores increíbles que hay que desarrollar. Yo le digo eso. Que busque su propio tesoro y valor, que lo fomente al máximo y que no tenga miedo. -
"A mi hija Candela sólo le aconsejo que se lo pase bien y que aproveche para formarse”
- En septiembre presentarás un nuevo programa de Telecinco en el access prime time que competirá contra Pablo Motos y David Broncano. ¿Cómo estás viviendo esta transición?
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Todo el aprendizaje que he tenido durante estos 25 años ha confluido en este especial, que es como un broche. Ahora empieza una nueva aventura, un nuevo camino y una nueva etapa. ¿Cómo va a ser? Pues como soy yo, muy natural, muy de verdad, con humildad y, sobre todo, con mucho divertimento.
Va a ser muy divertido. Pero hasta el último día, el último minuto y el último segundo de la final de Tu cara me suena, soy de Atresmedia. Luego será cuando comience esta nueva etapa y ya veremos.