Todo preparado para que El Grand Prix abra sus puertas otro año más. Su exitoso regreso en 2023 hizo que Televisión Española no se lo pensase dos veces a la hora de renovar el formato de EuroTVProducciones. Este lunes, 8 de julio, a las 22:05 horas, Bembibre (León) y Almacelles (Lleida) rompen el hielo bajo la batuta del incombustible Ramón García.
El presentador ha hecho malabares para compaginar su presencia diaria en En Compañía, el programa vespertino que pilota en Castilla-La Mancha Media, y las grabaciones del espacio de juegos. En declaraciones a BLUPER, pone de relieve las magníficas audiencias del verano pasado y se muestra realista, ahora que su vuelta ya no es novedad: "Me conformo con que la gente nos tenga como referencia".
Nuestra televisión actual tiene tendencia a recuperar formatos y el que capitanea 'Ramontxu' ha abierto la veda. El vasco se moja sobre el Un, dos, tres... que se emitió en Twitch el pasado octubre. Y por sus palabras, no todos los formatos deben volver a cualquier precio. "Vi un poquito, y el alma estaba, pero solo el alma", dice sobre el regreso del emblemático programa de Chicho Ibáñez Serrador.
Asegura que está cómodo en su etapa profesional presente, a caballo entre RTVE y CMM. También, que hace tiempo que no le mueve "el dinero", a pesar de ofertas que le han llegado incluso del otro lado del charco. Ahora, pone el foco en pasárselo "bien" y en transmitirlo a cámara.
Enfrente, al menos en esta primera entrega de El Grand Prix, tendrá a otro titán televisivo. Jorge Javier Vázquez y Supervivientes All Stars serán su competencia directa, de la que Ramón no es partidario en temporada baja: "En verano, que hay pocos estrenos, estaría bien que repartiesen".
- ¿Hubo posibilidad de que te quedases en TVE con otro programa?
- Tengo un programa diario en CMM y son tres horas en directo cada día. Pero sí, se han hablado cosas. Cuando sale El Grand Prix, se quieren recuperar todos los formatos. Lo del ¿Qué apostamos? sigue ahí, pero ese programa se hacía en directo, había una inversión en los decorados y un sofá con tres invitados nacionales y uno internacional. En ese sofá se te van 200.000 pavos y me quedo cortito. Estuvieron Sophia Loren, Naomi Campbell... Y no es que fuera un intercambio o una promoción, eso era pagando.
- ¿Hablas con Ana Obregón, la que fue tu compañera?
- A menudo. Está muy bien, con la cría. No me gusta mucho hablar de ella. La relación entre Ana y yo es mucho más que de compañeros profesionales. Forma parte de mi intimidad.
- Como ocurre con En compañía, El Grand Prix es servicio público.
- En compañía también es servicio público, pero porque las personas que van están solas. Por cierto, es curioso que cada vez vaya más gente joven. Cuando empezamos, los estudios sobre la soledad marcaban a los mayores. Ahora, ha salido una alta tasa de soledad entre los jóvenes. El aislamiento de las redes ha hecho que la gente deje de comunicarse como lo hacía mi generación. Yendo a los bares, saliendo... Los abrazos se hacen a través de Internet y del 'like'. Por eso, cuando voy a En compañía, salgo satisfecho porque sé que he ayudado a alguien. En resumen, el servicio de En compañía es ese; el de El Grand Prix y el de RTVE, entretener.
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"En 'En Compañía' no hay Paquirrines ni líos. Enganchan las historias de personas"
- En compañía y el programa de Juan y Medio en Canal Sur han abierto una tendencia, porque ahora Telecinco va a hacer un 'talk show'...
- Y más que se van a hacer. La tendencia es introducir historias que tengan que ver con la soledad. Hay dos matices importantes. El primero, que el equipo de redacción recoge historias de verdad y no de friquis. El segundo, respetar mucho a las personas que llevamos. Me río con mis invitados, pero veo que hay quienes se ríen de ellos.
- Este verano vas a competir con el 'talk show' de Jorge Javier. ¿Qué te parece?
- Jugamos en diferentes ligas. Jorge Javier, en lo suyo, es el mejor. Cualquier producto que toca, si está bien organizado y le encaja, siempre funciona. Que esa es otra, a veces nos quieren poner trajes que no nos sientan bien. El de Juan y el mío son los programas de tarde que funcionan en autonómicas, los demás han caído. Ha pasado porque eso ya lo pueden hacer las nacionales, con más presupuesto. En En Compañía no hay 'Paquirrines' ni líos. Enganchan las historias de personas que se han quedado viudas, se han divorciado o que lo están pasando mal. Choca oír historias de pueblos pequeños. España es pueblo, mucho más que ciudad. Por eso funciona El Grand Prix, una competición entre ciudades no tendría sentido.
- ¿Tenéis más presión por las audiencias este año, tras el éxito de 2023?
- Este año, el éxito se va a moderar. El año pasado había una espera de 18 años. Ese 26,1% nos descolocó a todos. Hoy en día, está bien el dato que esté por encima de la media de la cadena. Estaremos por encima holgadamente. Me conformo con que la gente tenga como referencia El Grand Prix.
- El Grand Prix y Supervivientes All Stars finalmente serán competencia. ¿Cómo lo ves?
- A mí no me gusta que compitan dos formatos grandes porque, al final, a quien resta es al espectador. Fuerzas a ver en grabado uno u otro. En verano, hay días de sobra para que no coincidan y que Mediaset se lleve lo suyo y RTVE lo suyo. Está claro que siempre vamos a enfrentarnos a alguien, pero, en verano, que hay pocos estrenos, estaría bien que repartiesen.
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"Jorge Javier Vázquez es el mejor en lo suyo. Cualquier producto que toca, si está bien organizado y le encaja, siempre funciona"
- Hablando de cadenas privadas, ¿ha habido contacto con alguna de ellas?
- Después de El Grand Prix, me han llamado hasta de América. Muchos me descubrieron el año pasado. Soy una persona responsable con la gente con la que tengo mis compromisos. He tenido oportunidad de irme a otros sitios, por muchísimo dinero, y he dicho que no. Hace tiempo que no me mueve el dinero. Tampoco al principio de mi carrera, porque vengo de una familia acomodada. No he trabajado por dinero, sino por el instinto y lo que me apetece hacer.
- ¿Qué es lo que más te gusta de El Grand Prix?
- Lo bien que me lo sigo pasando. El primero que disfruta aquí soy yo. Es una paliza física y mental. El otro día, dos padrinos me preguntaban si llevo pinganillo. Sí, pero que no me hablen. El 'prompter' y el pinganillo son un error. Es muy bueno, por ejemplo, para hacer una publicidad. Para hacer En compañía, mis compañeros me dan unas fichas con los detalles de la vida del invitado. Es fundamental escuchar. Conmigo es fácil trabajar porque cuento a los realizadores lo que veo. Eso le falta a los presentadores.
- Es cierto que aún quedan unos cuantos meses pero, ¿has hablado con RTVE de las Campanadas? ¿Te apetece hacerlas?
- Ni idea. Hay años que se hace mucho tiempo y otros que, a 15 días de las Campanadas, me dicen: 'Oye, Ramontxu...'. Claro, ¿cómo voy a decir que no?
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"La capa siempre está preparada para las Campanadas. Que venga quien quiera, que yo soy el anfitrión"
- El año pasado hiciste una reinvención de las Campanadas...
- Claro, hay que mover las cosas. Yo he salido de todas las maneras: con esmóquin, con pajarita... Dije: 'Voy a salir de fucsia'. Que luego todo el mundo iba de fucsia, y Ana y Jenni estaban guapísimas. El rollo machista que sigue habiendo de que el presentador va muy vestido y las chicas con poca ropa... Desde que yo hago las Campanadas, las chicas siempre han elegido su vestuario. Ellas se visten como quieren, pero sigue hablándose de eso.
- ¿Vamos a ver a Ibai Llanos en El Grand Prix?
- Ibai vive en otra galaxia, está más liado que la pera. Me llamó para darme la enhorabuena y hablamos para que entrase desde su casa, pero no tenía fecha de coincidencia con las grabaciones.
- ¿Qué te pareció la vuelta del Un, dos, tres... a Twitch?
- A veces, nos pasamos de modernos y pensamos que todo volver. Y es un grave error. Esto se lo he dicho a muchos directivos de tele, que querían que volviesen determinados formatos. La vuelta de El Grand Prix fue medida y trabajada. Se intentó hacer el Un, dos, tres, me llamó el hijo de Chicho y le dije: 'Lo tuyo es complicado'. Si tu padre levantase la cabeza, igual no tienes carretera para correr. Vi un poquito, y el alma estaba, pero solo el alma. No puedes traicionar la memoria de la tele. Yo tenía ese miedo con El Grand Prix.