Como cada tarde, Así es la vida conectaba con TardeAR para pasar a la audiencia el testigo del programa de Sandra Barneda al de Ana Rosa Quintana. La pantalla estaba todavía partida en dos cuando Ana Rosa comenzó su editorial, llenando el magacín vespertino de política una vez más.
“Hoy quiero empezar con la noticia del día y quizá del año porque nunca, nunca, habían investigado a la mujer de un presidente del Gobierno”, comenzaba diciendo la de Usera. Con esto, quería introducir que la Audiencia de Madrid ha avalado la investigación a Begoña Gómez, mujer de Pedro Sánchez.
“El 24 de abril Sánchez dijo en el congreso sigo creyendo en la justicia. Un mes después, la justicia de Madrid avala la investigación a Begoña Gómez”, exponía la presentadora. “Ya son tres instancias judiciales las que ven indicio en la mujer del presidente: el juez de primera instancia, la fiscalía europea y ahora la audiencia de Madrid, que señala con la denuncia se proporcionan indicios objetivos que apuntan a la intermediación en la concesión de subvenciones”, seguía narrando.
"Hoy, 29 de mayo, nos enteramos de que Sánchez sabía días antes de escribir la carta de amor en la que anunciaba su posible dimisión que el juez había declarado ya investigada a su mujer. Nos ocultó información”, apuntaba Quintana, que lanzaba una pregunta al aire: “¿Hay mayor fango que no ser transparente con los ciudadanos?”.
Esta cuestión iba relacionada con la sesión de control de este miércoles, en la que “el presidente ha vuelto a sacar su máquina del fango, hasta 13 veces Sánchez ha usado la palabra fango. A cada pregunta, la misma respuesta: fango”. Así, recreaba algunas preguntas, como por ejemplo, si le constaba que su esposa tenía condición de investigada, y que Sánchez habría respondido cosas como “Fango, Israel, Argentina, Vox”.
“Señor presidente, relájese porque investigada no quiere decir encausada ni procesada, hay miles de investigados en España, eso sí, en palabras del propio Sánchez 'ni mil paladas de fango van a tapar la boca a los medios”, finalizaba Quintana, dando paso a un corte publicitario, antes siquiera de que se hubiese visto la cabecera de su programa.