En Espejo Público, este 15 de mayo, día de San Isidro Labrador, han tratado temas de todo tipo. Desde la actualidad política al aislamiento de Ana Julia Quesada tras dar una entrevista desde prisión. Y también han puesto sobre la mesa un libro presuntamente infantil, El niño Jesús no odia a los mariquitas. Cuaderno de actividades y que ha generado cierta polémica.
Miquel Valls fue el encargado de introducir el tema. “Vamos a volver a la infancia, Susanna y lo vamos a hacer todos. Estamos viendo un dibujo, cuando éramos pequeños habréis coloreado”, introducía el copresentador. “Yo me he dedicado más a pegar a mis hermanos” aseguraba Mariló Montero, una de las colaboradoras del programa. “Yo me salía de los márgenes”, apuntaba por su parte Rubén Amón, y Rosa Belmonte explicaba que a ella la echaban de clase.
Tras ver una clásica ilustración de colorear, Miquel Valls puso otra imagen, una actividad en apariencia infantil, como un laberinto, que se llamaba “Enredo de pitos”, y en el que varias personas tenían sus miembros entrelazados, y solo uno acababa en el trasero de otra persona.
Todo esto sirvió de introducción a un vídeo en el que un librero se quejaba de que el mencionado cuaderno de actividades estaba recomendado para niños de seis años. Sin embargo, la editorial afirma que está dedicado a un público adulto, y quiere saber cuál distribuidora fue la que creó la primera ficha del libro y eliminó que era para adultos y añadió una edad totalmente errónea.
“Título infantil, con colores infantiles, estética infantil y un contenido que no es infantil”, lamentaba de vuelta al plató Mariló Montero. Una abogada, Paloma Zorrilla, intervino por videollamada y catalogó a la obra de “pornografía” que estaba claramente enfocada al público infantil.
Edu Galán responde a Mariló Montero
Edu Galán, de la revista Mongolia, también participó en el debate. “Hay que entender que la lectura no solo es juntar grafemas, hay que tener más comprensión cuando eres adulto”, sentenciaba, pues para él “esto no es para niños, claramente”. Mariló Montero tomó la palabra de nuevo para decir que “quien quiere acercar la sexualidad lo combina siempre con la religión católica”.
“Es como cuando haces algo malo disfrazado de infantil y perjudica a los más vulnerables, como cuando se hacen drogas en forma de gominola, una estética infantil que puede traer problemas”, seguía expresando la colaboradora. Edu Galán quiso responderle: “Me gustaría mucho que los libros tuviesen los efectos de las drogas, porque así se juntarían dos de mis aficiones”. Esta afirmación provocó que Susanna Griso abriese mucho los ojos, sin saber dónde meterse. “No creo que sea una buena recomendación”, le respondió Mariló.