La Justicia ha imputado a Ylenia Padilla, conocida por haber participado en realities shows como Gandía Shore o GH VIP, un presunto delito contra la dignidad por la identidad sexual de Elsa Ruiz. La alicantina se enfrenta a una pena de hasta cuatro años de prisión. El juez titular del Juzgado de Instrucción 9 de Madrid ha decidido enviar a juicio a la televisiva por insultos de carácter transfóbico contra la humorista en el año 2020. La Fiscalía pide una condena de seis años de cárcel.

Según señala Público, el magistrado Arturo Zamarriego ha decidido que la colaboradora deba sentarse en el banquillo de los acusados por un presunto delito contra la dignidad de la persona relacionado con su identidad sexual, según se recoge en el artículo 510 del Código Penal, que estable una posible condena de entre uno y cuatro años de prisión. La Fiscalía pide seis años por supuestos daños psicológicos a Elsa Ruiz.

La exparticipante de GH Dúo lanzó una serie de comentarios despectivos con la cómica en redes sociales, tales como “maromo” o “naciste con [una] puta polla”. Asimismo, llegó a amenazarla verbalmente. “Te van a reventar mis amigos”, escribió en la red. A ello se suma que la Fiscalía de ciberdelitos ha solicitado para la alicantina un año y nueve meses de prisión.

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La presunta damnificada, conocida también por ser activista de los derechos de la comunidad LGBT, exige seis años de prisión también por lesiones psicológicas y de hostigamiento. La humorista solicita también una indemnización de 60.000 euros como responsabilidad civil, así como una orden de alejamiento de 1.000 metros.

Pase así a otro nivel la fase de instrucción que comenzó con una querella de Ruiz dos años atrás. Presuntamente, la comediante fue víctima de campaña de odio e insultos tanto contra ella como para la comunidad LGBT entre 2020 y 2021. Según señala el magistrado encargado del proceso, Padilla estuvo “utilizando para ello un lenguaje provocativo, explícito y ofensivo, así como haciendo uso de estereotipos negativos y estigmatizadores hacia dicho colectivo”.

Antigua colaboradora de varios formatos como Mujeres y hombres y viceversa, Sálvame o Animales nocturnos, su último trabajo en medios fue de tertuliana en el programa de radio Yu: no te pierdas nada, conducido por Ana Morgade. Todo surgió después de que la excolaboradora de Todo es mentira afease las críticas e insultos que Padilla lanzó en redes contra Nagore Robles.

Ruiz insinuó en redes que Padilla consumía drogas, al decir en tono sarcástico que seguramente estaba “constipada”. “Suénate o igual se te ha quedado algo taponando en la nariz”, expresaba la comediante en X (anteriormente conocida como Twitter). Padilla le respondió preguntándose si “eso” era “una mujer”. Desde ese momento, la televisiva inició presuntamente una campaña de acoso virtual contra la cómica.

Una campaña de odio contra la humorista

Entre los insultos que profirió Padilla estarían varios en contra el colectivo LGBT, al que tachó de “basura”, “gentuza de mierda”, “secta” o “drogadictos, asesinos, degenerados: lo tenéis todo, pedofilia, todo”. Asimismo, contra la cómica hubo comentarios ofensivos lanzados a título personal. "Tú, ¿qué te piensas que eres una mujer? Para mí, eres hombre. ¡Maromo!", "la naturaleza se cebó contigo y naciste con puta polla"; o "Elso, sí, Elso. Me refiero a Elso", expresó en redes. De la misma forma, llegó a amenazarla con golpearla. “A ver si te van a reventar mis amigos, ¿vale?”, exclamó.

Más allá de los insultos, la polémica saltó a los medios de comunicación. Ruiz acusa también a Padilla a movilizar a sus 800.000 seguidores contra ella. Presuntamente, esa campaña de acoso le llevó a Ruiz a intentar acabar con su vida.

“Ha tenido que ser ingresada en la unidad psiquiátrica del hospital debido a que no podía más con su vida, con los ataques y el hostigamiento continuo a su persona recibido en redes sociales teniendo incluso que dejar su trabajo cuando está en el momento más álgido y dulce de su carrera profesional”, aseguraba la acusación. En el proceso judicial, Padilla fue citada a declarar en calidad de investigada. No obstante, la alicantina se acogió a su derecho a no declarar.