La 68ª edición del Festival de la Canción de Eurovisión está cada vez más cerca. Entre el 7 y el 11 de mayo, Malmö se convertirá en la capital europea de la música. 37 países participarán en total, con 26 de ellos logrando actuar en la gran final. Tal y como ocurrió en la edición de 2022 y en la de 2023, la guerra vuelve a sobrevolar el certamen. De hecho, por segundo año consecutivo se ha utilizado el lema “United by music” (“Unidos por la música”).
Aunque hay muchas quinielas que muestran a Suiza, Croacia o Italia como los principales favoritos, tanto Ucrania como Israel están muy fuertes en las casas de apuesta. De hecho, puede producirse algo muy similar a lo ocurrido en Turín 2022, cuando Kalush Orchestra y su Stefania le dio la victoria al país de Europa del Este. Dos años después, la situación no sólo no ha cambiado, sino que ha ido a peor, con otro país también viviendo un conflicto bélico.
De ahí, que sobrevuele de nuevo la pregunta: ¿qué pasaría con Eurovisión en 2025 si Ucrania o Israel, ambos en guerra, ganan el certamen? Por tradición, el país que se alza con el Micrófono de Cristal es el encargado de ejercer de anfitrión el año siguiente. Esto mismo se está viendo este año, con Suecia encargándose de la organización del festival por haber ganado el año pasado con Loreen y su Tattoo y con el Malmö Arena como escenario para la 68ª edición del certamen.
Sin duda, puede vivirse un déjà vu respecto a lo sucedido en 2022, cuando Ucrania ganó. A pesar de que el país quiso organizar el evento, la Unión Europea de Radiodifusión (UER) optó porque fuese el segundo país clasificado, Reino Unido, el que acogiese el festival. El motivo que se arguyó fue que Ucrania no podía garantizar la seguridad del certamen, ante un posible bombardeo del ejército ruso. De ahí, que Liverpool fue la ciudad que acogió la edición de 2023.
Las excepciones para que el país ganador evite ser el anfitrión
Con lo cual, la respuesta rápida es que tanto Ucrania como Israel pueden ganar. Ahora bien, muy difícil será que puedan ejercer de países anfitriones en el año siguiente, salvo que ambos conflictos bélicos finalicen, algo poco probable.
Dese 1980, la UER obliga al país ganador a organizar el Festival de Eurovisión al año siguiente. Eso sí, se contemplan ciertas excepciones. No sólo una guerra (que no garantizaría la seguridad del certamen), sino también en el hipotético caso de que ganase Australia. Dada su situación geográfica, el país oceánico se limitaría a coproducir el festival el año siguiente y éste se celebraría en el país europeo que eligiese la delegación australiana.
Ahora toca hacerse otra pregunta, ¿cuáles son las opciones de victoria de ambos países? Por raro que parezca, tanto Ucrania como Israel están entre los favoritos para ganar la 68ª edición del Festival de la Canción. De ahí, que haya que estar atento también al país que se quede con la medalla de plata.
Ucrania busca su cuarta victoria
Según las casas de apuestas, es Ucrania la que está mejor posicionada para alzarse con la victoria y ganar por cuarta vez el certamen. El país ha enviado al dúo formado por Alyona Alyona y Jerry Heil, quienes cantan Teresa & Maria. Tras liderar las encuestas a inicios de este año, sufrieron una bajada frente a los nuevos favoritos, Suiza y Croacia. Sin embargo, los primeros ensayos en Malmö han vuelto a posicionar al dúo.
De hecho, según Eurovision World, hay un 96% de probabilidades de que Ucrania pase de la primera semifinal a la final. Las casas de apuesta solamente sitúan al croata Baby Lasagna y su Rim Tim Tagi Dim como único aspirante que puede obtener una mayor puntuación en esta fase que la candidatura ucraniana.
Por lo tanto, sus opciones son tremendamente fuertes. Ya el año pasado, el país gobernado por Volodímir Zelenski demostró que se tomaba muy en serio el certamen. En un búnker convertido en plató, Ucrania eligió a Tvorchi y su tema Heart of Steel. El resultado final fue muy satisfactorio, dado que quedó en sexta posición. Este año, las previsiones son también halagüeñas.
La polémica en el caso de que gane Israel
El caso de Israel es más polémico. A diferencia de Ucrania, el conflicto que vive el país mediterráneo contra la organización terrorista Hamás en Gaza ha dividido a la opinión pública. De hecho, su presencia ha provocado que el certamen haya tenido que tomar mayores medidas de seguridad, ante amenazas de muerte contra el equipo israelí y posibles atentados, tanto en el certamen como en la comunidad judía sueca.
A pesar de esa división, Israel está en una buena posición en las casas de apuesta. De hecho, ha ido subiendo posiciones. Eurovision World sitúa la candidatura de Eden Golan y Hurricane en un séptimo puesto. Lo que parece claro es que el país de Oriente Próximo tiene altas probabilidades de pasar en la segunda semifinal a la final. Las estimaciones apuntan a un 85% de probabilidades.
Considerada una de las mejores voces de esta 68ª edición, Eden Golan parece haber convencido en los primeros ensayos (realizados con fuertes medidas de seguridad ante las amenazas de muerte que ha recibido tanto ella como su equipo). El país hebreo busca su quinta victoria. Ya lo demostró tras quedar en un magnífico tercer puesto el año pasado, con Noa Kirel y su Unicorn. Este año, el país ha tenido que revisar su canción para Malmö varias veces, dado que muchas de sus propuestas fueron rechazadas por la UER por tener carácter político.
Hurricane consiguió pasar el corte y podrá escuchar en la segunda semifinal, en la que España tendrá derecho a voto. De la misma forma, si el país mediterráneo ganase, tocaría ver cuál ha sido el que se quedó con la segunda posición. Eso sí, la victoria estaría rodeada de polémica, dada la división que de opiniones que hay frente al conflicto que vive Israel con el grupo terrorista de Hamás.
Tocará esperar al 7, al 9 y al 11 de mayo para ver tanto si Ucrania como Israel pasan a la final como si alguno de ambos países se hace con la victoria.