Esta noche, Equipo de investigación se ha adentrado en los entresijos de la plataforma Onlyfans, en la que personas anónimas y famosas venden todo tipo de contenido, generalmente erótico. Una red social que no está exenta de riesgos, y que, como han señalado en el reportaje Onlyfans: la red de las tentaciones, puede servir para captar a mujeres en redes de prostitución, e incluso, a menores de edad.
Una de las personas que han participado en este reportaje es Miguel Guerrero, exfutbolista y participante de la sexta edición de La isla de las Tentaciones. En sus redes sociales compartió un vídeo haciendo un baile como el de Raw Alejandro, y le comenzaron a llover los comentarios, más de 4.000, y entre ellos, solicitudes de hacer un baile en privado y a cambio de dinero.
En seis meses su cuenta de Onlyfans, ya tiene más de 10.000 seguidores, y cuesta 9.99 euros acceder a sus contenidos. De ese importe, la plataforma se queda un 20%, aunque sus ingresos pueden subir si vende otro tipo de contenidos por privado, como vídeos personalizados. “El gran beneficiado de este modelo de negocios es el dueño de Onlyfans”, insisten desde el espacio de laSexta.
“Al principio empecé con cosas muy lights. Y cada vez vas aumentando un poquito, más un poquito más, vas generando ese morbo en la gente es lo que hace que esté constantemente en tu Onlyfans”, asegura Guerrero, al que llegaron a ofrecer “500 euros por tomarme un café. Yo estuve una hora con esa persona, nada sexual conmigo, pero el hecho de conocer me estás conmigo tomarse un café... y es así la única vez que yo he metiéndome un encuentro con una persona”, asegura Guerrero, que ha invertido lo que gana en negocios de hostelería o comprando casas para alquiler turístico. Para crear sus contenidos tiene alquilado un piso, en el que se graba bañándose desnudo, o masturbándose.
“¿Cuánto gana usted?”, le preguntan sin cortapisas al andaluz. “No hay un mes en el que baje de las cinco cifras”, revela, y muestra a cámara cómo en seis meses ha ganado 85.000 euros “más extras”. “Se piensa que esto es muy fácil, que llegas a casa, te quitas el calzoncillo o te quitas tu braguita y a facturar dinero. No, esto es muy complejo y sobre todo no es ningún juego porque esas imágenes siempre te van a perseguir por vida”, advierte.