La octava gala de El desafío se recuperó en audiencias, liderando con un correcto 14,1% de share y 1.392.000 espectadores. Una noche en la que Pablo Castellano ha consolidado su remontada, volviendo a ganar, gracias a que logró la máxima puntuación de buena parte del jurado con su Salto en Llamas. El influencer fue la cara, mientras que Adrián Lastra fue la cruz. El actor volvió a quedarse entre los últimos puestos, lo que provocó una sonora queja. Juan del Val tuvo que pararle los pies.
El actor se enfrentaba a la prueba Juramento eterno de sal, en la que debía tocar el banjo y el ukelele junto con Álvaro de Luna, cuya prueba era nombrada en honor a su canción, dado que la debían reproducir con dichos instrumentos. A pesar de contar con el cantante, no fue una prueba bien recibida por el jurado. Algo que pudo verse en la baja puntuación que le otorgó. Aunque Pilar Rubio fue más generosa con un 4, Juan del Val y Santiago Segura le plantaron un 3.
Unas bajas puntuaciones que Adrián Lastra rechazaba. En el momento en el que Mario Vaquerizo se levantaba para recibir sus votos, las cámaras captaron al también concursante de Bailando con las estrellas negando con la cabeza y gesto de rechazo. Algo que no pasó desapercibido para Roberto Leal, que le preguntaba qué le sucedía. “Nada, nada... Bueno, yo sé que es difícil. Si yo lo sé...”, comenzó a balbucear el actor. Un gesto que no le gustó al marido de Nuria Roca.
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El escritor siempre se ha caracterizado por querer ir al grano. De ahí, que se lo pidiera al actor. “¡Dilo, dilo! No hagas amagos”, exclamó el autor. “Míralos [a sus compañeros]. Imagínate que estuvieran ellos en tu lugar o en el de Mario. ¿Qué cara pondrían?”, agregó Santiago Segura, visiblemente molesto.
Animado a ser directo, Lastra decidió serlo y no cortarse en considerar que las puntuaciones no estaban siendo justas. “Sé que son pruebas muy diferentes entre todas. Venimos aquí a disfrutar, pero ¡hostia! Lo que ha hecho Mario, para mí, es una puta salvajada. Dan igual el minutaje o las pruebas que hayamos hecho hoy los compañeros. Entiendo que de todas las pruebas que hemos hecho una ha sido perfecta”, señalaba.
Juan del Val no ha dudado en interrumpirle y pararle los pies. “No, no ha sido una perfecta. Repasa, Adrián, repasa. Repasa el puente, repasa a Pepe, repasa a Chenoa. Y, después, está la objetividad. Es verdad que este concurso es subjetivo, pero ha habido cinco pruebas que podrían haber sido un diez. Y una de esas se va a llevar un cuatro", respondía el escritor.
Precisamente, Mario Vaquerizo se llevó dos cuatros y un cinco del jurado, recordando cómo el alto nivel de las pruebas provocaba esas puntuaciones. “Mira si me estoy poniendo de los nervios, Adrián... Mira lo que ha hecho Mario, que en la apnea pensábamos que estaría en la liga de Monaguillo o de Boris y no. Está entre los grandes”, expresó Santiago Segura, quien decidió darle cinco puntos extra. “Que esté mi amigo ahí, con esa puntuación... Le voy a dar al botón de la injusticia y le subo cinco puntillos”, agregó.
A pesar de quedarse sólo con 10 puntos, Adrián Lastra no fue el último del ranking en la octava gala. Ese dudoso honor lo tuvo Mónica Cruz, quien recibió apenas 4 puntos del jurado por su prueba Maniobra imposible.