Alba Carrillo está atravesando por un momento dulce. La vida de la modelo ha pegado un giro de 180 grados en tan sólo unos meses. Ha pasado de estar "llorando a moco tendido" en su casa tras su despido de Telecinco en la primavera de 2023 a ser la estrella emergente de Televisión Española un año después.
La relación con la pública empezó a cuajarse en verano, cuando Carrillo fue uno de los rostros famosos que participaron en los especiales que La 1 emitió de El Cazador en el horario de máxima audiencia. Esta sería su primera aparición tras ser vetada en la cadena privada.
El idilio de Carrillo con la pública se prolongaría meses más tarde, en otoño, cuando se supo que la madrileña formaría parte del casting de Bake Off: famosos al horno junto a otras conocidas de la cadena de Fuencarral como Terelu Campos o Rocío Carrasco. Fue en la presentación del programa de repostería donde Carrillo se mostró completamente orgullosa por haber fichado por TVE, la "televisión líder".
Alba compartió con los periodistas la ilusión que le hacía quedarse en la radiotelevisión pública. La presentadora soñaba con salir en Bailando con las estrellas, "o un buen Mañaneros, por favor, con Jaime Cantizano. O en Aquí la tierra. ¡Lo que sea! Yo me adapto a cualquier sitio, que me metan donde quieran", decía.
Dicho y hecho. Carrillo no tuvo que esperar mucho más tiempo para que se confirmara su incorporación a la nómina de colaboradores del matinal. El valor de Alba siguió cotizando al alza después de que TVE contase con ella como tertuliana de D Corazón, el renovado espacio de crónica social presentado por Jordi González y Anne Igartiburu que, por cierto, recorta su duración este fin de semana por los malos datos de audiencia.
Entrevistada en 'Plano General' por su libro
Pero, por si fuera poco, TVE nos sorprendería anunciando que la modelo sería entrevistada por Jenaro Castro en el programa de La 2 Plano General para hablar del libro que acaba de lanzar, Lista para la vida. El espacio, que ha recibido en las últimas entregas al escritor Luis Mateo Díez o la actriz María Galiana, promocionó la entrevista de la siguiente forma: "Alba Carrillo o el lado más personal e íntimo de la fama".
En esa charla, Alba dijo cosas como que "no se puede permitir en el siglo XXI que haya guerras", que "me enamoro de todos porque siempre veo cosas buenas en todos los seres humanos" y que "no me han dado la oportunidad muchas veces. Esperan de mí lo mínimo, es mona y con que sonría nos vale".
Al hilo de esta última declaración, Alba decía en la presentación de Bake Off que ella siempre se ha mostrado tal como es y que todo dependía "de cómo me quieran enfocar". Y lo cierto es que tiene razón. Seguramente que habrá espectadores que se hayan llevado una imagen diferente a la que tenía cuando estaba en Telecinco, siempre salpicada en polémicas amorosas o siendo protagonistas de espantandas en plató.
Uno puede entender perfectamente la relación de amor-odio que tenía Jorge Javier con Alba, y es que ella es un animal televisivo, que tiene todos los ingredientes para atrapar a la persona que está al otro lado del televisor. Es dicharachera, divertida, inteligente y cuando tiene que montar un drama, lo monta. Alba tiene esa naturalidad que tanto se pide en este medio y que empieza a escasear por desgracia.
Muchos, sin embargo, no entenderán que La 1 haya pujado fuerte por personajes como Alba porque, a su juicio, se escapa del concepto que pueden tener por televisión pública. Lo que es completamente cierto es que José Pablo López, director de Contenidos de RTVE, esté apostando por caras que eran habituales en Telecinco para intentar ser competitiva en términos de audiencia.
Y por el momento lo está consiguiendo porque ha consolidado a la primera cadena como la segunda opción preferida por los españoles cuando encienden la pantalla. Además, es todo un acierto tener a Alba Carrillo en su parrilla porque, programas blancos como Bake Off, la reconcilian con el espectador y, como decíamos, hace que deje atrás su controvertida fama que tenía en los platós de Fuencarral.