Desde el pasado lunes, el programa TardeAR dedica una parte de sus contenidos a hablar del tema Zorra, de Nebulossa, que ganó la última edición del Benidorm Fest. Y en la última tarde de la semana lo han hecho desgranando algunas de las versiones que se han hecho del hit en las redes sociales, e incluso, han llevado a una charanga para que la interprete en directo.
Frank Blanco conducía el programa como cada viernes, día en el que Ana Rosa Quintana descansa, y daba la bienvenida, bailando, a Alberto Sotillos, Susana Díaz, Cristina Cifuentes y Bibiana Fernández. Y la primera en mojarse en Susana Díaz. “Estoy harta del zorreo, del zorra, de que te tiene que gustar, de que lo tienes que escuchar en todos lados”, afirmaba la que fuese presidenta de la Junta de Andalucía. “Respeto que cada uno baile lo que quieran, que pero que me llame zorra por la calle no me mola. Respeto que viva con quien quiera, que cante, pero que ya me he hartado”, insistía.
Para Bibiana, “esto es una canción que habrá gente que le gusta. Una canción para Eurovisión, esperemos que quedemos bien y ya está”. No se puede negar que Zorra es un fenómeno mundial, que ha escalado a lo más alto de Spotify, con millones de reproducciones. Sin embargo, no todo el mundo la había escuchado.
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“Yo no la había oído, he estado un poco out”, reconocía Cristina Cifuentes, que se ganó alguna broma de sus compañeros como que debía ser la única persona que ha escapado al fenómeno de Nebulossa. “La he oído, la he escuchado, y he visto la letra. Quiero felicitar a quien haya montado el marketing de esta canción, porque ha conseguido que llevemos una semana hablando de ella”, expresaba la madrileña, a pesar de que ella misma no la había escuchado hasta hace poco. “Es una canción que no me representa, pero tampoco me ofende”, valoraba.
Alberto Sotillos exponía, por su parte, que a partir de ahora, si hay “un hombre ahí fuera que está pensando en llamar zorra a una mujer, que tenga cuidado, que lo mismo quien tiene delante lo disfruta”. Una sentencia que no ha gustado nada a Susana Díaz. “Que no, que a los tíos no les llaman putos por la calle, ¿no? A mí no me tiene que gustar, que no”, sentenciaba. En ese momento, Frank Blanco cambiaba de tercio y pasaba a tratar las tractoradas.