Georgina Rodríguez ha perdido la batalla judicial contra Mediaset España. La Justicia le ha dado la razón a la cadena de Fuencarral en lo referente de informar sobre el pasado de la influencer. La empresaria nacida en Buenos Aires reclamaba al extinto Sálvame y Socialité 400.000 euros por haber indagado en sus años previos a la relación que mantiene con Cristiano Ronaldo desde 2017.
El Juzgado de Primera Instancia número 2 de Pozuelo de Alarcón (Madrid) ha dictaminado que la vida de la empresaria es de interés público “indiscutible”. Debido a ello, tiene prevalencia el derecho a la información frente al derecho al honor. Una resolución que llega 18 meses después de la demanda de la modelo a ambos programas, que pertenecían a La Fábrica de la Tele en ese momento.
Según revela El Confidencial, tanto Sálvame, que cesó sus emisiones en junio del año pasado, como Socialité, tenían derecho a recoger testimonios de familiares de la hispano-argentina, en noticias que daban detalles sobre su pasado previo a la relación que mantiene aún con el futbolista portugués. Para Georgina, se trata de una época que prefiere olvidar. De ahí, que demandase a ambos formatos.
El fallo en contra deja claro que, dado que la vida de la empresaria es de interés público “indiscutible”, los medios de comunicación pueden indagar sobre ese pasado que Georgina se ha empecinado en esconder. Tanto Sálvame como Socialité difundieron declaraciones de familiares maternos de la it girl. En la sentencia, se abordan varios temas sobre la vida personal de Georgina, como su relación con su hermana Ivana o el vínculo real que tiene con su padre, quien es uno de los familiares más ocultos de la vida de la modelo.
Lo poco que se sabe es que Georgina cuidó de su progenitor, quien ha tenido una vida llena de idas y venidas, llegando a estar en prisión. La hispano-argentina estuvo muy pendiente de su padre, quien padecía una grave enfermedad, hasta el momento de su muerte. Por otro lado, aunque la influencer ha sido celosa de esta parte de su vida, la sentencia también desmiente a su hermana Ivana, dado que se deja claro que Georgina siempre estuvo pendiente de su familia.
“Durante la hospitalización de su padre hasta su fallecimiento, Georgina se desplazó en varias ocasiones hasta Argentina incidiendo en que ni su abuela ni su tío materno hablaron con la demandante porque no tenían su teléfono móvil, solamente tenían el de la declarante a raíz de la enfermedad de su padre. No se avergüenza de esa parte de la familia, simplemente no tenían relación”, señala la sentencia.
Esto contradice lo declarado por Patricia, medio hermana de Georgina por parte de madre, quien dio una versión muy distinta de lo sucedido en los medios de comunicación. Patricia dijo públicamente que Georgina rehusó pagar los gastos de comida y colegio de su sobrino. Unas declaraciones que afectaron “personal y profesionalmente” a su imagen.
A pesar de que lo declarado por Patricia era mentira, la sentencia respalda a Mediaset en que prevalece la libertad de expresión, lo que deja claro que el haber recogido declaraciones de familiares de la empresaria era legítimo (otro tema sería lo que estos comentasen en público). Es más, la sentencia deja claro que la pareja de Cristiano Ronaldo “siempre se opuso frontalmente” a rebatir los testimonios, “por decisión propia”. “El propósito de Georgina nunca fue pretender el anonimato de su vida privada”, señala la sentencia. Eso significa que la empresaria deberá pagar los costes del proceso.