Máximo Huerta está de plena promoción. Este pasado miércoles 24 de enero, el periodista presentaba su nueva novela, París despertaba tarde. De ahí, que el autor decidiese pasarse por el plató de Espejo Público en la mañana de este jueves 25 de enero, donde ha tenido una agradable conversación con Susanna Griso y se ha sentado junto con los colaboradores de Más Espejo, donde se ha reencontrado con Miquel Valls, con quien coincidió durante su etapa en Telecinco.
La novela del valenciano lleva al lector a la Francia de 1924, en plenos preparativos para la celebración de los Juegos Olímpicos de París. Es la historia de Alice Humbert, una modista de origen humilde que comienza a cobrar notoriedad gracias a sus atrevidos diseños. Con una vida entre costuras, su tienda, sus hermanos y sus amigas, entre las que está la famosa Kiki de Montparnasse, el destino le dará un vuelco cuando conozca a un hombre que la deslumbrará.
Huerta habla de cómo retrata un París de “tiempos felices a pesar de estar entre dos guerras”. “Es una historia de amor de alguien con arrepentimiento y con culpa que está entre dos lugares y dos amores y tiene que ver qué decide y qué le pide el corazón”, compartía con la presentadora barcelonesa. Con el plató convertido en una encantadora terraza de la capital gala, Griso se llevó a Huerta al sofá de colaboradores de Más Espejo.
Por supuesto, no faltaron referencias a su paso por la política, dado que estaba presente en el sofá Toni Cantó, otro que salió “escaldado” de la política. Cuando Rubén Amón comentó que el expolítico de Ciudadanos terminó más quemado por la brevedad del cargo de ministro de Huerta, que duró apenas una semana. Al utilizar Amón la palabra “corto” para definir su ministerio, el escritor valenciano se defendió tirando de humor. “Fui el ministro más breve, más cortos hay muchos”, matizó, provocando las risas entre los tertulianos y la propia Griso, quienes le dieron la razón.
“Eso me va a hacer más eterno que a muchos anteriores y posteriores ministros”, revelaba, a la par que reconoció haber aprendido sobre esta experiencia. “Eso me ha hecho no esperar cariño nunca y ser más de los que lo ofrecen”, expresó. Huerta no sólo abordó su breve carrera política, sino también ha hablado abiertamente de cómo está viviendo el cuidar a su madre, quien padece demencia. “A veces soy el hermano, otras el vecino o a veces creemos que estamos en otra casa pero eso le da una ficción a la vida”, compartía.
Huerta reconocía así que ve que “envejecer es para valientes” y que le duele ver así a su madre. “Cuando has sido una persona tan luminosa, fastidia más”, admitía. Por supuesto, no ha podido faltar mencionar su librería, La Librería de doña Leo. El valenciano no duda en comentar que su local es “la segunda librería más bonita del mundo”. El autor ha hablado de cómo se ha convertido en su refugio, con fotos suyas con Ana María Matute o un teléfono que fue propiedad de su bisabuela.