El ritmo no para en Fuente Álamo (Murcia). La llamada Big Fucking Party convocada este pasado 31 de diciembre para celebrar la Nochevieja sigue celebrándose. Una multitudinaria fiesta que se ha convertido en una interminable e ilegal ‘rave’ cuya intención que estar en continua euforia hasta después del día de Reyes. Con ya un detenido por tenencia ilícita de drogas. De ahí, que un equipo de En boca de todos se haya acercado a la zona.
Por supuesto, al ser una noticia de actualidad, el magacín no dudó en hablar sobre el tema. El programa envió a la reportera Clara Murillo a la zona donde más de 5.000 personas llevan de fiesta desde hace ya más de 72 horas. “Aquí la fiesta es que dure el máximo posible de días y se sume el máximo número de gente. Ahora mismo, aquí en total habría más de 8.000 personas. Hay un llamamiento en redes sociales, pues el objetivo es llegar a los 15.000 asistentes”, señalaba la periodista.
Murillo estaba una zona de acceso, rodeada de camiones y caravanas, que ofrecen comida a los asistentes de la ‘rave’. Aunque la zona de fiesta estaba “al fondo”, la reportera se encontró con varios jóvenes que estaban de marcha y rumbo a la ‘rave’. Murillo mostraba a la cámara que había conocido a dos asistentes y entrevistó a uno, Amaia, una joven de Bilbao que viven en Elche.
Ya hablando con la bilbaína, podía notarse que estaba en modo de estar de marcha. “Esto es lo mejor del mundo, ¿sabes? Todo libre, con gente buena. Hay libertad, libertad de expresión, de música, de todo”, dijo a las cámaras eufórica. Murillo, que revelaba que la bilbaína llevaba desde el inicio de la fiesta y su intención era la de ser “la última en salir”. “Aquí hemos venido a vivir y nos moriremos juntos”, dijo con tono alegre.
“Esto es una aventura. ¡Esto sí que es vivir!”, exclamaba contenta. Cuando Nacho Abad le preguntaba cómo había logrado para aguantar todos estos días, la bilbaína quiso salirse por la tangente. “He dormido algo. Pero no te voy a decir en directo cómo aguanto. Esas son cosas privadas”, dijo entre risas y bailando la joven. Cuando Abad le preguntó si hacía cosas malas, Amaia se defendió. “No. A ver, yo hago cosas buenas y cosas malas, ¿sabes? No digo nada más”, sentenció.
La joven le quiso dejar claro a Abad que ellos sólo “venían a bailar”. “Venimos sólo a disfrutar de la música”, exclamaba. “No somos máquinas, somos personas”, dijo entre risas, asegurando que sólo va a la fiesta a bailar. “Yo no quiero nada con nadie”, se puso a bailar. “Soy aventura, nómada y vividora de la vida”, dijo antes de revelar que era “asistente de cocina” e invitar a Abad a la fiesta.
No fue la situación más surrealista que se vivió en directo. Murillo mostraba cómo había camiones de comida para aprovechar y ofrecer comida ambulante a los asistentes a la ‘rave’. En plena cobertura, Abad vio a un individuo con chaleco amarillo fluorescente que estaba bailando y dándolo todo. Por ello, el presentador le pidió a la reportera que se acercase, viviéndose otro momento de lo más irreverente.
El chico, que estaba con un grupo de gente, quiso que la reportera se uniera a la fiesta. Aunque el joven parecía que era parte de la organización de la fiesta, éste reveló que sólo llevaba el chaleco porque le “gustaba”. “Estamos muy bien, a tope”, dijo una acompañante. Un grupo de chicos se acercó y comenzaron a bailar al ver que estaban en directo. Uno de ellos le ofreció a la reportera “una cervecita”. Una situación que dejó a Nacho Abad sin palabras. “No, puedo estoy trabajando”, dijo la reportera con risa nerviosa, terminando la conexión en directo.