“¡Qué bonito!”, exclamaba Malú al entrar a El Hormiguero este lunes. Y es que la cantante consiguió una fuerte ovación con su presencia, pues acudía una vez más al programa a promocionar su nuevo álbum, A todo sí, que salió a la venta hace escasos días. Pablo Motos, junto a ella, mostraba la edición en vinilo, apostillando que se ha vuelto a poner de moda este formato físico.
Tras la impactante acogida, el presentador quiso saber qué siente ella cuando se encuentra con su público, dándole cariño, interactuando desde la pista, con los móviles en alto. “Es un estado de plenitud, es difícil de explicar eso que te entrega. Es una sensación de lleno, de llenarse, de ir a un restaurante y que te pongan lo que más te gusta. Placer absoluto”, sintetizaba la invitada.
“Hay un momento en el que todos estamos respirando a la vez, cogiendo y soltando aire a la vez. Es una unión de energía muy bonita, de su parte y tuya. No es un examen. Si levantas el brazo es porque quieres que participen. Lo hace muy especial”, continuaba diciendo Malú, después de que Pablo contase cómo en cierta ocasión Pablo López le sacó en un concierto y todo el mundo imitó sus movientos con los brazos.
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Continuando con los conciertos, pues ahora arranca su gira, Motos quiso saber cuál es el último pensamiento que tiene antes de salir al escenario. “Yo pido mucho, que salga todo bien”, se sinceraba la artista, que tuvo un patón léxico al hablar de sus “pedimientos”. “Con temple puedes salir de lo malo, cuando algo no va bien lo equilibras mejor, y es ese último pensamiento, temple y respira”, añadía.
Este nuevo trabajo repasa sus 25 años en la música, a lo largo de los cuales ha sacado 14 discos. Ahora recupera temas interpretados con otros compañeros como Pablo López, Alejandro Sanz, Melendi, Pablo Alborán, Vanesa Martín, Israel Fernández o Luis Fonsi. “Cada compañero ha elegido la canción que quiere cantar, y es un acto de generosidad, el trabajarla con el productor, no mantener una línea”, explicaba al respecto. “Ha sido un ejercicio grande de belleza y generosidad”, insistía. El título, A todo sí, se debe a que está en un momento de su vida en el que dice “a todo sí, que no sí a todo. Cuando has dicho el sí a todo luego te cuesta decir que no”, aseguraba.
De todos los invitados al disco, el único que no tuvo opción de elegir su tema fue Alejandro Sanz, con el que canta Aprendiz, y ha quedado “preciosa”. Pablo le preguntó si no habían hecho un vídeo mientras grababan, y ella respondió que no. “Estás en la parra, Malú”, le regañaba Motos, y aunque le dio la razón, luego le dijo que “cuando nos vemos no estamos muy para que nos graben”.
Malú se ha montado un estudio en su casa, que es “una cajita de zapatos”, y habló con divertida envidia del que tiene Alejandro Sanz en la suya. “El estudio de Alejandro Sanz da mucho asco, tiene “el estudio”.Cuando me enseñó el estudio le dije: no te puedo odiar más. Y me ha hundido alguno más”, bromeaba.
De todas las colaboraciones, ha destacado la de Luis Fonsi, quien es “un tío maravilloso” al que ha podido conocer más gracias a trabajar juntos en televisión, en programas como La Voz. “Es una persona bellísima, puedes compartir, puedes reírte, es una persona muy de verdad”, añadía sobre el de Despacito.
“Luego le bloqueas en La Voz…”, le deslizaba Pablo Motos, pero ella se defendía: “Fue un error, nunca quise bloquearle, me tropecé”. Esa pulla se debía a un momento que vivió con Fonsi, al que le dio el “superbloqueo” del talent show durante la valoración de un cantante. “Conociéndome un poco ¿crees que si le bloqueo no le hago ese momento de gloria, y no cuando hable yo, cuando hable él, que es más humillante?”, preguntaba. Este viernes se emite la final de la actual edición, y ella estará presente, aunque ningún cantante de su equipo ha logrado ser finalista. “Los espectadores ya han decidido que yo no lleve a nadie, pero voy a ir como voy a ir. Que se preparen”, advertía.
La charla continuó con preguntas sobre la hija de Malú, fruto de su relación con Albert Rivera, y que ya tiene tres años y medio. “Es la tía más divertida que he visto en mi vida, bonita, cariñosa. Ella tiene sus razonamientos”, apuntaba.
Así, explicó cómo su hija le había dicho hoy: “me voy a ir contigo a trabajar”. Pero le contó que no era posible, porque era tarde, y era para mayores. “Pues luego me lo pienso, si voy o no”, le respondió la pequeña. De sus anécdotas de maternidad, también destacó cómo “el otro día me echó una bronca, me tumbo con ella y me dice: mamá, qué mal hueles”. Y es que la artista había usado una nueva crema, cuyo olor le desagradaba. Por ello, le exigió: “Lávate la cara ahora mismo”.Y como se negó, le reprochó: “No pienso abrazarte en toda la noche”. La pequeña Lucía quizá siga los pasos de su madre el día de mañana, pues ya canta y “está muy graciosa. Ahora canta un poco como Macaco”, aseguró, en referencia a que tiene un vibrato como el artista en su tema Moving.